Cuando inferimos el tiempo a la manera platónica, entendida como la imagen móvil de la eternidad, las calendas se suceden de manera subjetiva, y se deshojan los momentos concebidos como una suma de instantes sensibles, capaces de apresar nuestras emociones más vibrantes, recordadas en aniversarios que se tornan en efemérides. Usos y costumbres espontáneas que con el inexorable devenir se han instituido en forma de tradición, ya que cada postrimero de noviembre, se festejan las Tablas de San Andrés por las pendientes e históricas arterias de la localidad nortinerfeña de Icod de los Vinos; acrisolado terruño fecundo de manifestaciones folclóricas de gran valor etnográfico.

Es en la popular calle del Plano −Antonio González− donde se desliza, trepidantemente vía abajo, el Caballero 2000, que su propietario, el entrañable Santiago Rodríguez Luis-Ravelo, Santy, asombra con su discreto, humilde y laborioso perfil. Tenazmente afanado en la contribución, preservación y proyección internacional de esta enraizada tradición.

Detalle del Caballero 2000 en el bache de la calle del Plano, donde las tablas

suelen experimentar espectaculares saltos

Y la prueba fehaciente de ello es que el Caballero 2000 cumple treinta y cinco años, y desde hace décadas viene representando el mayor reclamo de esta ancestral costumbre. Con sus cinco metros de longitud y cuatrocientos kilos de peso, puede llevar consigo en torno a diez ocupantes, que en su haber no solo han sido lugareños, sino que también se han aventurado a subirse en él individuos de las más diversas nacionalidades: japoneses; belgas; italianos; rusos; polacos; finlandeses… que han llevado consigo, a sus lugares de procedencia, el íntimo sentir de una tradición secular que afama mundialmente y asienta, por tanto, el buen nombre de la ciudad de Icod de los Vinos.

Pormenor del Caballero 2000 preparándose para la bajada

Santy acomoda la imagen de san Andrés en la fachada de la que fuera la casa de Pablito Sánchez

Cierto es que está en ciernes distinguir a las Tablas de San Andrés, con el legítimo propósito de declararlas de Interés Turístico de Canarias, pero tal distinción debe considerar el reconocimiento explícito de lo que simboliza y representa el Caballero 2000 y la abnegada labor de Santy, que vende souvenirs de esta festividad, expresados en llaveros, pañuelos y sudaderas, así como su décimo de lotería correspondiente al número 76030, para sufragar los actos que él mismo organiza en pro de la mentada tradición sin ningún tipo de subvenciones.

Sudadera conmemorativa del 35 aniversario del Caballero 2.000

Esta patriótica y noble entrega lo hacen acreedor de sobrados méritos para que las instituciones pertinentes le presten apoyo, seguridad e, incluso, se dejen asesorar por él, ya que buena parte de estos festejos son peculiares del Caballero 2000, puesto que este imponente tablón se ha erigido, indirectamente, en embajador de la ciudad del Drago, prestigiando, realzando y mostrando al mundo esta añeja tradición de profundas resonancias emocionales.

Carlos González Ávila es Licenciado en Filosofía, licenciado y doctor en Ciencias de la Información.