El prologuista de este volumen, Enrique Ramírez Guedes, distingue dos grandes influencias en la obra de José Miguel Díaz, se trata del gran poeta de la segunda mitad del siglo XX José Hierro y del poeta de la generación del 50 Ángel González, pues, «si con Hierro comparte un cierto existencialismo, con González participa no sólo del fondo, sino también tiene mucho en común desde el punto de vista formal».

El sentido de lo cotidiano y universal, siempre impregnado de un agudo escepticismo, busca en estos textos la belleza de la palabra con un tono directo y sin excesivas retóricas. Además, en ellos encontramos, en palabras de Ramírez Guedes, «levedad frente a recargamiento en una voz poética elocuente que en numerosas ocasiones adopta la narración en primera persona, facilitando así la entrada del lector en el juego conversacional y su participación en la reflexión existencial que se nos propone».

Uno de los poemas de José Miguel Díaz Gómez reza así: «La vieja criada de la casa / del pueblo, con su colilla / eterna en la comisura / de los labios, parecía estar /allí sentada, sin hacer nada, / sólo para advertirnos en silencio / de la fugacidad de las cosas, / de lo efímero de nuestras mañanas».


Datos del autor.

José Miguel Díaz Gómez nació en Santa Cruz de Tenerife en 1962. Es profesor de Psicología de la Universidad de La Laguna. Estuvo vinculado al taller de literatura Entrelíneas, primero como alumno y luego como coordinador de un grupo de trabajo. Ha publicado relatos y artículos en la prensa local. Coautor de Lunes de papel (1999), ganó el primer accésit del certamen de poesía Emeterio Gutiérrez Albelo en 2001 y del premio Julio Cortázar de relato breve en 2003. Actualmente es el responsable del taller literario de la Casa Pisaca en Santa Cruz de Tenerife.