Revista nº 1041
ISSN 1885-6039

El Molino de Aceite del Valle, declarado Bien de Interés Cultural como Sitio Etnológico

Lunes, 25 de Junio de 2007
Redacción BienMeSabe / Ayto. Santa Lucía
Publicado en el número 163


El Molino de Aceite del Valle, en la zona alta de Santa Lucía, es el segundo elemento del patrimonio etnográfico del municipio que obtiene la calificación definitiva como Bien de Interés Cultural, en este caso con la categoría de Sitio Etnológico, según el decreto del Gobierno de Canarias con el que culmina este expediente, diez años después de que se iniciara por parte del Ayuntamiento.

En el pago de El Valle, próximo al casco histórico de Santa Lucía, “se encuentran dos edificios de indudable interés histórico y etnográfico, sobre todo el molino de aceite, ya que se trata de la mejor representación de este tipo de ingeniería que queda en la isla”, según la descripción que se hace del conjunto en el anexo del decreto de declaración, publicado este lunes en el BOC.

En cuanto al molino de gofio, si bien no representa un tipo de ingeniería tan singular como el del aceite, lo más significativo de él es que posee aún algunos objetos interiores que conformaban la maquinaria y, sobre todo, que se encuentra junto al otro molino, con lo que poseemos un conjunto bastante representativo de lo que fueron algunas de las actividades industriales de tipo tradicional más enraizadas en nuestra sociedad”, describe la Consejería de Cultura del Gobierno de Canarias.



Satisfacción
El concejal de Patrimonio Histórico de Santa Lucía, Francisco García, ha recibido la noticia “con satisfacción, a pesar de los diez años transcurridos desde que se iniciara este expediente. Al final, las presiones ante las distintas administraciones han dado sus resultados y ya contamos con el segundo BIC definitivo en nuestro municipio, el molino del Valle y la salinas de Tenefé”.

El conjunto protegido “es propiedad de la familia González Araña, que ha mostrado mucha sensibilidad con nuestra propuesta de conservación y ya ha restaurado el molino de aceite”, afirma Francisco García. La familia propietaria del conjunto activó la restauración del molino y del edificio hace unos cuatro años, tras cerca de medio siglo en desuso.

Los elementos a proteger están integrados en un área de 444,7 metros cuadrados, en la que existe una pequeña construcción rural, con piedra ripiada, barro, sillares de cantería en las esquinas de la casa y techo a dos aguas con tejas. En el interior tanto las paredes como el suelo son de piedra, y cuenta con dos prensas en buen estado de conservación con todos los elementos necesarios para funcionar, además de una pila de piedra grande, donde se trituraba la aceituna, con otra enorme piedra que se movía manualmente a modo de noria. La aceituna molida se introducía en serones de rueda que se colocaban unos sobre otros, hasta que la prensa con los contrapesos hacían que destilase el aceite.

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