De Ultramar… narra las últimas semanas de un canario envuelto en una situación precaria dentro de una sociedad que pocas opciones ofrece. Sin embargo, tras tener noticias de la llegada de los nuevos ricos indianos, decide marchar a probar suerte a las Américas.
Con idea original y producción artística de José María Valido, la Agrupación Folklórica Guayadeque quiere escribir una nueva página en el reconocimiento público de una realidad y de unos hombres y mujeres que, cercanos en tiempo, memoria y espacio, comparten un mismo sentir y una misma realidad: ser emigrante.
En la actualidad, los medios de comunicación que tenemos a nuestro alcance nos permiten disfrutar y deleitarnos en cualquier momento de las maravillas que esconden ámbitos culturales muy dispares a los nuestros. Muchos horizontes se abren de esta forma a nuestros ojos y nos sirven como singular modo de embeber unos valores, usos y costumbres que nos enriquecen y nos trasforman. Se convierte así internet en la herramienta capaz de globalizar las culturas, el conocimiento y la información que durante siglos han ido conformando un modo particular de interpretar el mundo. Pero no siempre ha sido así.
Los hombres y las mujeres que actualmente acceden a arriesgar su vida a cambio de un sueño, que no siempre se hace realidad, no se diferencian en gran medida de los canarios que, hasta no hace mucho tiempo, abandonaban casa y yunta para embarcarse en una travesía hacia los confines de sus ilusiones, en muchos de los casos con billete de ida pero quizás no de vuelta. Para ellos, el Estado llegó a crear el Registro de Hombres de Ultramar, que nos sirve hoy como testimonio de un tiempo y de unas personas que aportaron un modo universal de ser canarios, dejando fluir su sangre por todo el mundo. Es la otra forma de hacer interculturalidad y de enriquecernos, y de hacer ver una realidad humana y emocional no tan halagüeña, cómoda y práctica como cuando hacemos click en el botón izquierdo.
El proyecto De Ultramar… nace como homenaje a las personas que en algún momento de su vida han tenido que abandonar su tierra por necesidad de vida o muerte. Las penurias materiales y sociales en las que han vivido muchas de estas personas irremediablemente nos debe traer al recuerdo a aquellas otras que durante mucho tiempo marcharon hacia tierras más lejanas donde aguardar un porvenir mejor.
Así, con el aval de rotundo éxito cosechado en su estreno el pasado mes de mayo, donde el público ovacionó con creces el trabajo puesto en escena y por la demanda de aquellos otros que no pudieron asistir al acto, De Ultramar… vuelve a los escenarios con sus más de sesenta integrantes, partícipes todos ellos en la obra independientemente de su edad, con un sonido de más de 4.000 watios de potencia, una iluminación cuidada al detalle y sobre todo con la ilusión de volver a sentir el regocijo de la cercanía con el público y la satisfacción del trabajo bien hecho.