Uncafé, un atardecer, los clientes van y vienen, sus palabras decoran la vida, un festín de banalidades aparece a lo largo del mostrador. El café es un alambique que destila la vida de las almas de un pueblecito cualquiera, reduciéndolas en palabras, fotografías de un universo decadente y corrupto.
Un barman, su mujer, un sacristán, un cura, una usurera, el guardaespaldas de un mafioso, un árabe, un yonqui, un policía, un saxofonista, un jubilado ciego. En total, once personajes interpretados por sólo dos actores, sin hablar de los clientes particulares de este café, algunos invisibles nacidos de la artesanía de los interpretes y otros bien vivos que participarán sentados en el patio de butaca, los espectadores. Un espectáculo que pretende divertir y quizás… algo más.
Un barman, su mujer, un sacristán, un cura, una usurera, el guardaespaldas de un mafioso, un árabe, un yonqui, un policía, un saxofonista, un jubilado ciego. En total, once personajes interpretados por sólo dos actores, sin hablar de los clientes particulares de este café, algunos invisibles nacidos de la artesanía de los interpretes y otros bien vivos que participarán sentados en el patio de butaca, los espectadores. Un espectáculo que pretende divertir y quizás… algo más.