Cubierta por entre 16 y 20 metros de tierra compacta, la tumba estaba rodeada de capas de carbón y arcilla blanca que mantuvieron un grado de humedad constante, asegurando una preservación sorprendente en tan largo espacio de tiempo de objetos de madera lacada (estuches de aseo con trípode, jarrones, cucharas, paletas, copas y vasos, jarras, bandejas, abanicos) y de piezas de seda. Entre estas últimas, vestidos, una banda funeraria pintada y numerosos rollos manuscritos (boshu) relacionados en su mayor parte con la correinte taoísta, entre ellos los documentos conocidos más antiguos sobre medicina china así como Daodejing (dos ejemplares) y el Yijing. También había provisiones, hierbas medicinales, instrumentos musicales (cítara, órgano de 22 tubos, cornamusas), 162 figurillas de madera y maquetas funerarias. La tumba, situada a una profundidad de entre 16 y 20 metros bajo tierra, se abre hacia el Norte. El acceso en el momento de la sepultura se facilitaba por un camino en cuesta. El catedrático de la Universidad de Otago nos hablará de todos los secretos de una mujer que nos ha descubierto aspectos muy interesantes sobre la dinastía Han.
La civilización de Angkor.
El doctor Higman culminará su estancia en Gran Canaria con una conferencia sobre la civilización de Agnkor, un grupo humano sorprendente que levantó, en un espacio de tiempo de medio milenio, uno de los recintos urbanos más sorprendentes del mundo. Esta charla tendrá lugar el viernes 25 de mayo, a las 20.00 horas, en las instalaciones del Museo y Parque Arqueológico Cueva Pintada. Higman se ha especializado en el papel que jugó el arroz en la formación de los primeros estados asiáticos. Angkor fue una antigua ciudad importante del imperio Jemer entre los siglos IX y XV de nuestra era. Sus ruinas se encuentran cerca de la actual Ciudad de Siem Riep, Provincia de Siem Riep, Reino de Camboya y la UNESCO los ha declarado Patrimonio de la Humanidad. Recientemente este importante área arqueológica ha sido recuperada de la selva. Sólo el templo de Angkor Wat, dedicado al dios hindú Vishnu y gestionado desde hace siglos por monjes budistas, se habían librado de la acción destructora de la jungla.
Angkor es una antigua palabra del sánscrito que significa ciudad; las palabras thom y wat son del actual Idioma jémer para "grande" y "pagoda" respectivamente. Así pues Angkor Thom se puede entender como la Gran Ciudad y Angkor Wat como la Ciudad del Templo. Para entender la organización y construcción de los templos es conveniente fijarse en el origen simbólico del Monte Meru, considerada como el hogar de los dioses y el centro del universo hindú.