Afrontó como tal la construcción del nuevo templo de su convento, a lo largo de veinte y ocho años. Su muerte coincidirá con el final de la obra. Suyas son la Oración panegírica El Rey hecho (1760), con motivo de la exaltación al trono de Carlos II, o la Oración panegírica con motivo de la colocación de la imagen de Nuestra Señora de las Angustias, en la iglesia del convento agustino de Tacoronte (Tenerife).