Revista n.º 1044 / ISSN 1885-6039

GARCÍA RAMOS Y FERNÁNDEZ DEL CASTILLO, Alfonso (1930-1980).

Martes, 4 de julio de 2017
Jorge Rodríguez Padrón
Publicado en el n.º 686

Narrador y periodista n. en Santa Cruz de Tenerife y m. en La Laguna (Tenerife). Desde sus primeros años reside en esta última ciudad, donde hace sus estudios de primaria en el colegio La Salle y de bachillerato en la academia Tomás de Iriarte. Ya entonces se despierta su vocación periodística y coordina allí el periódico escolar Ecos del Iriarte.

Perfil de Alfonso García Ramos.

 

Comienza sus estudios de Derecho en la Universidad de La Laguna. Pasa a Madrid, en donde concluye su Licenciatura y, al tiempo, estudia Periodismo en la Escuela Oficial de Periodismo. Durante su estancia en Madrid, se vincula a los grupos literarios y teatrales universitarios y participa en los Encuentros Poesía-Universidad y en el Congreso de Estudiantes. También envía colaboraciones a los diarios tinerfeños El Día y La Tarde. En 1958, una vez concluidos sus estudios, regresa a Tenerife. Se incorpora entonces a la redacción del vespertino La Tarde, dirigido por Víctor Zurita Soler*, periódico al que estaría vinculado durante toda su vida: como redactor primero (1959-1970), y más tarde como subdirector (1970-1974) y como director (1974-1980). Allí publicaría sucesivamente las columnas Quisicosas, que firma con el pseudónimo de Chantecler. De aquí para allá (1964-1965), Santa Cruz al día (1966), En hora y Pico de Águilas (1974-80), colaboración esta en donde analizará el proceso político español de la Transición. No obstante, en 1962 dirigirá, en Santa Cruz de La Palma, el Diario de Avisos. Colabora también en Hoja del Lunes, de Santa Cruz de Tenerife. Miembro del Ateneo de La Laguna desde 1960, ocupará la presidencia en varias ocasiones y se le nombrará Presidente de Honor en 1979, en el 75 aniversario de la institución. En 1963, contribuye a crear en la Universidad de La Laguna la sección delegada de la Escuela Oficial de Periodismo de Madrid; ejerce allí como profesor y dirige la labor investigadora en la Escuela, con la intención de rescatar la historia de la prensa en Canarias. Llega a ocupar allí los cargos de subdirector y director en funciones. Es notable su actividad política como militante del PSOE, aunque renuncie a la militancia a fin de mantener su imparcialidad como periodista. Es consejero del Cabildo Insular de Tenerife (1978) y como tal preside la comisión de Educación y Cultura. Hijo Predilecto de Tenerife, a título póstumo, y Encomienda de Número de la Orden del Mérito Civil. Tras su muerte, el Cabildo Insular de Tenerife instituye un premio de novela con su nombre. Finalista del premio Benito Pérez Armas, en 1957; obtendrá en 1959 el premio de novela Santo Tomás de Aquino, de la Universidad de La Laguna. Premio Leoncio Rodríguez de Periodismo, en 1961; Benito Pérez Armas de novela, en 1970; y premio Agustín Espinosa de novela, en 1979. Su actividad literaria comienza en los años universitarios de La Laguna, próximo a la llamada generación de 1950* que, en la Universidad de La Laguna, se aglutinó en torno a la revista Nosotros*. De 1952 es su relato "Romera", recogido en la antología Cuentos Nuevos. Vinculado estaría también al grupo de narradores que quiso renovar, durante esos años, la narrativa insular a partir del conflicto existencial que generan en las islas las secuelas, económicas y sociales, que dejaron tras de sí la guerra civil española y la segunda guerra mundial. Ha publicado las novelas: Teneyda (1959), Guad (1971), Tristeza sobre un caballo blanco (1979), que no se edita hasta después de su muerte, al igual que Las islas van mar afuera, que da a conocer Ediciones Tamaimos en 2024. Dejó sin concluir sus "memorias líricas y mínimas", a las que tituló Cuando la yerba era verde.

 

 

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