Revista n.º 1043 / ISSN 1885-6039

Literatura y artesanía. (Incluye VÍDEO)

Viernes, 25 de mayo de 2018
Redacción BienMeSabe
Publicado en el n.º 732

El libro para jóvenes El Lagarto de La Fortaleza se presenta el 30 de mayo, Día de Canarias, en la Feria del Libro de Las Palmas de Gran Canaria.

Portada de El Lagarto de La Fortaleza en foto de Claudia Díaz.

 

 

En #Alargalavida, un sello canario de literatura infantil y juvenil, apuestan por el maridaje entre la literatura y la artesanía. Por eso desean hablar del trabajo de Claudia Díaz Gronlier, una amante de la cerámica artística, de los colores, de las formas y de las tradiciones.

 

Hace unos meses cayó en manos de esta artista El lagarto de La Fortaleza, libro escrito por Sandra Franco Álvarez e ilustrado por Marina Seoane. Una historia ambientada en un escenario de caché inigualable como es La Fortaleza en Santa Lucía, en Gran Canaria.

 

Afortunadamente, la criatura literaria (como les gusta llamar a sus libros) cayó no solo en manos de una ávida lectora, sino también en las de una arquitecta de vocación, profesión a la que se dedica. Amante de la alfarería y de nuestra cultura, un día entre risas y unas buenas tazas de té, Claudia y Sandra decidieron ligar íntimamente su creatividad: artesanía y literatura o viceversa. Ambas coincidieron en que la literatura podía ser fuente inspiradora de otras artes y oficios. Por eso, esta artesana decidió interpretar con sus manos el imaginario que Sandra novela en su reciente obra, El lagarto de La Fortaleza.

 

Sandra Franco Álvarez, además de escritora, es una amante del mundo de la ilustración, de la artesanía y del patrimonio cultural y natural de las Islas Canarias (así lo atestigua en sus publicaciones dentro del género infantil y juvenil). Nuestra autora se apoya en el mundo de las emociones para narrar sus historias, donde la mujer ocupa siempre un lugar destacado. “Pienso que una historia está realmente viva cuando es posible interpretarla desde diferentes perspectivas y artes. Para mí es sencillamente un proceso de crecimiento… Crecimiento de la obra en sí. En definitiva, el viaje comienza en el momento en el que el libro cae en las manos del lector y éste, lo interpreta a su manera”, argumenta Sandra.

 

“Desde que me sumergí en el mundo de la cerámica -interviene ahora Claudia-, no puedo evitar verlo todo color de barro. Cuando algo me gusta imagino cómo lo expresaría con el barro. Cuando leí el libro El lagarto de La Fortaleza me sorprendí  varias veces apartando la vista de la lectura e imaginando el libro en barro, imaginando cómo sería el libro hecho por los antiguos habitantes. Los indígenas conocían el barro, sabían de los maravillosos colores que los minerales daban a sus tierras, y los empleaban  para embellecer sus paredes, sus cerámicas, sus cuerpos…  ellos pintarían el cuento con los colores del barro... En el mundo mágico que nos sumergen los valientes exploradores, de la mano de Sandra, es en el que me inspiro para diseñar y realizar las piezas de barro que ilustran pasajes de este relato. Los colores empleados son los de la tierra. El lenguaje que utilizo es una fusión de la estética indígena y de mi visión contemporánea. Todas las piezas las he hecho a mano, una a una, y están firmadas”.

 

Entre risas y chispas en sus ojos, Claudia relata una anécdota con la que nos reafirma en eso de que los libros tienen superpoderes. “Una mañana al salir de casa le dije a mi perra: "Vamos, que el lagarto nos espera". Al llegar a mi taller me encontré en medio del jardín un lagarto gigante y viejo, sin duda era el lagarto vigía con ojos de aceituna que Sandra relata en su cuento. El reptil permitió que lo acariciara y le diera de comer. También posó para mis apuntes. Al día siguiente, decidí hacerle una foto con el libro de Sandra y con una de mis piezas de cerámica. Y se hizo la magia ya que cuando iba a tomar la fotografía, el lagarto se movió y posó para mí. Ese mismo lagarto es el que he plasmado en mis piezas.

 

Tras varios meses de ilusión, amenas conversaciones y muchas horas robadas al sueño, el 30 de Mayo, Día de Canarias, el público tendrá la oportunidad de disfrutar del maridaje artístico de estas dos mujeres: la una, contando historias a través de las palabras mientras nos embriaga de emociones; la otra, jugando con el barro, los bocetos y los colores. Ambas interpretan el mundo indígena a su manera, con sensibilidad, buen gusto y amor. Todo ello en la carpa de Bilenio Publicaciones – Alargalavida, en el marco de la Feria del Libro de Las Palmas de Gran Canaria.

 

 

 

Foto de portada: Claudia Díaz Gronlier

 

 

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