Corre la década de los 40, vecinos y amigos de cualquier caserío de la isla de Tenerife se juntan en una plaza, en una azotea, en un patio acompañados de una guitarra, un timple y sobretodo un garrafón de buen vino de la última cosecha. Así surge el guachinche, lugar de encuentros, de parrandas, de anécdotas, de comidas y bailes. En este corto documental haremos un breve recorrido en el que conoceremos de cerca sus orígenes, personajes e historias que continúan escribiéndose día a día. Un vasito de vino, un platito de queso, un brindis por los guachinches.