Durante tres años, Ángeles Alemán siguió la pista del botánico sueco Eric Ragnar Svensson, fundador del Jardín Botánico Viera y Clavijo, también conocido como Jardín Canario, el único en el mundo dedicado a la flora primitiva de las Islas Canarias. Detrás de Erik Ragnar Svensson (Suecia, 1920-Gran Canaria, 1973) se encuentra Sventenius, el botánico sueco que logró crear y reunir en un solo espacio toda la riqueza botánica de las Islas. A pesar de los múltiples contratiempos, desafíos paisajísticos y problemas estructurales que enfrentó, diseñó cada obra con una visión a 40 años, el tiempo necesario para que todas las especies alcanzaran su pleno desarrollo. Aquel sueño, gestado en las terrazas del barranco de Guiniguada, se hizo realidad en 1952 con una extensión de 27 hectáreas.

El Hotel Lentiscal sirve como telón de fondo en la historia de amor apasionante donde Sventenius se alojaba mientras preparaba el Jardín Canario, con Lotti Kercher, la gerente, hasta un fatal accidente de tráfico acaecido delante del jardín segó un 23 de junio de 1973.  Sus restos yacen desde entonces en una abrigada tumba de la zona de la laurisilva, donde el personal del Jardín Botánico le rinde cada año homenaje y recuerdo de gratitud el mismo día de su muerte. Junto a esta historia la autora resalta que fue capaz de posicionar la flora y fauna autóctona de Canarias en el mapa mundial de la botánica en un jardín que sigue siendo, hasta hoy, un referente mundial en la conservación botánica.

El último amor de Sventenius (Mercurio Editorial) será presentado el 14 de marzo a las 19:00 horas en la Biblioteca Municipal de Santa Brígida, un acto organizado por la Concejalía de Cultura. En la presentación, Alemán, profesora titular de Historia del Arte en la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, estará acompañada por el geógrafo e historiador Alex Hansen.