La rima esdrújula fue una de las señas evidentes del estilo del poeta grancanario Bartolomé Cairasco de Figueroa. No en vano, el propio Lope de Vega dejó escrito aquello de que el canónigo del Cabildo Catedral pretendía esdrujulear el mundo. Y aunque algunos de sus coetáneos consideraron este gesto poético como estrafalario, Cairasco se empeñó en su uso hasta el final de sus días y mantuvo con estas rimas un claro sello identitario de su escritura.
El libro, inédito, se ha valorado secularmente desde la sospecha, el desconocimiento y la dejadez histórica, y estas son algunas de las razones de que no haya salido a la luz hasta el presente. Por el contrario, hablamos de una de las ediciones más esperadas por los admiradores del fundador de la literatura canaria. Así, dar a conocer la Esdrujulea en la actualidad contribuye a saldar la deuda que la sociedad canaria tenía con una de las grandes figuras de su literatura, y en esto ha sido fundamental el trabajo de Antonio Henríquez Jiménez, artífice de este volumen y de las ediciones críticas que de las obras de Cairasco se han dado a conocer en los últimos años. El libro (que tiene dos versiones, una con notas ampliadas y que asciende a cerca de 700 páginas) será presentado el jueves 12 de junio, a las 18:30 horas, en la Biblioteca Insular de la capital grancanaria, e intervendrá en el acto el propio Henríquez Jiménez, al que acompañará José Miguel Perera, que estuvo al cuidado de ambas versiones. Las dos son en formato impreso y podrán ser adquiridas durante la velada.
Lo llamativo de la Esdrujulea es que sus versos, dedicados a diferentes personajes de la época (casi todos vinculados al grancanario de una u otra manera), están rimados con palabras esdrújulas como un modo especialmente elocuente de llamar la atención de los lectores de aquellos tiempos. Según el editor, parece que Bartolomé Cairasco quiere romper poéticamente “con una distorsión en las formas y en los contenidos que anuncia, desde el manierismo, ya el barroco”. “Esos esdrújulos son en su inmensa mayoría cultos, latinizantes, incluso escritos no a la española, sino a la latina (o a la griega). En Cairasco está el empeño por latinizar la lengua”, afirma Henríquez.
En mayo de 1611, cinco meses después del fallecimiento del canónigo literato, su sobrino, el capitán Francisco Betancor, reúne los esdrújulos que escribió, los prologa y los hace llegar (preparados para que un impresor los meta en prensas) a su dedicatario, el cardenal arzobispo de Toledo, don Bernardo de Rojas y Sandoval. Si bien hay varias copias del libro, tenidas en cuenta en el trabajo meticuloso del investigador, la edición se basa fundamentalmente en un manuscrito de la Biblioteca de la Universidad de Cambridge, donde actualmente se conserva tras haber pasado por las manos del inquisidor Pedro Hurtado de Gaviria, por las del tinerfeño Juan de Iriarte y por la Collection Phillips de la Fundación March.
Bartolomé Cairasco de Figueroa (1538-1610) fue canónigo del Cabildo Catedral de Las Palmas, músico y figura clave de la sociedad insular de su época. Es el primer escritor con nombre conocido dentro de la historia literaria de Canarias. Su libro principal de poesía fue Templo militante, pero también escribió la Vita Christi y la Esdrujulea. Se conservan cinco de sus obras de teatro y el Gofredo famoso, su traducción de la Jerusalén Liberada de Torcuato Tasso.
Por su parte, Antonio Henríquez Jiménez ha desarrollado su vida profesional como maestro, profesor de Enseñanzas Medias y tutor de la UNED. Paralelamente, se ha dedicado a la investigación, en la que ha sido central la labor de rescate y exhumación de textos del modernismo canario, y de la que han surgido varios libros sobre Saulo Torón, Tomás Morales y Alonso Quesada. En 2019 sale a la luz su Novelerías sobre Cairasco de Figueroa. Ha sido el autor de las ediciones del Teatro (2020), de la Vita Christi (2021) y de los cuatro volúmenes del Templo militante (2024), obras todas de Cairasco de Figueroa.
La colección y más extraña lengua. El libro es el primer volumen de una colección de Mercurio Editorial que coordinan Máximo González Guardia, Miguel Pérez Alvarado y José Miguel Perera, tres personas con experiencia en el ámbito de las ediciones, especialmente de obras de la literatura y la cultura canarias. El nombre de dicha colección es un verso del propio Cairasco de Figueroa, concretamente de su conocida obra de teatro Comedia del recibimiento (al obispo Fernando de Rueda), por lo que no es casual que haya sido una obra del poeta fundador de la literatura canaria la que estrene esta nueva andadura. Sus baluartes han resucitado un proyecto que llevó este nombre y que fue puesto en marcha, más de veinte años atrás, por el propio Perera y Daniel Barreto.