Las tipologías arquitectónicas presentes en el casco muestran, en gran parte, los rasgos propios de la arquitectura doméstica tradicional, aunque modificadas por las corrientes estilísticas de los siglos XIX y principios de XX, alternando casas terreras vinculadas a la población más humilde (casas de una sola planta), con otras que han pertenecido a agricultores acomodados o a familias de terratenientes (viviendas espaciosas organizadas en torno a un patio central con habitaciones comunicadas mediante corredores).
El mayor número de casas de interés arquitectónico dentro del término se encuentra en los aledaños de la plaza parroquial y sus cuatro calles principales. Son viviendas por lo general de alto y bajo organizadas con frecuencia en torno a un patio interior con corredores, al que van a parar las diferentes habitaciones. En las conservadas en su entorno inmediato son raros los balcones. Las decimonónicas, aunque utilizan la madera como elemento constructivo, prescinden de la teja, que es sustituida por la azotea. Como fue típico en casas de la élite del siglo XIX, se transformó en ellas la fachada, mientras que el resto del edificio mantuvo el tejado tradicional.
En el conjunto edificado del casco de Arona predominan dos tipologías arquitectónicas con características y rasgos propios de la arquitectura doméstica tradicional: las casas terreras de arquitectura tradicional popular y la arquitectura tradicional señorial. Esta última con el predominio de casas de dos plantas que han pertenecido a agricultores acomodados o a familias de terratenientes (viviendas espaciosas organizadas en torno a un patio central con habitaciones comunicadas mediante corredores y delimitadas por galerías abiertas. En fachada suelen distribuir huecos simétricos, con predominio de ventanas de guillotina, ausencia de balcones: sólo existe una vivienda con balcón); y alternancia de cubiertas de teja o de azotea, muy característico de las edificaciones del sur de la isla, siendo frecuente la cubierta plana en las crujías principales y el remate de la fachada mediante un parapeto de mampostería. En la arquitectura tradicional rural popular los materiales utilizados son en líneas generales pobres (piedra, barro, madera…) adecuándose a los materiales disponibles en el entorno y a los recursos económicos con los que contaba, generalmente escasos. Suelen tener una sola planta, de piedra seca y cubierta de tejas. Las distintas habitaciones pueden ser independientes, teniendo que atravesar un patio exterior para acceder a las distintas piezas.
Próximo al núcleo urbano, como ocurre con la casa de los Tavío, o distribuidas por los campos, predomina un tipo de vivienda rural que es característica del sur de la isla. Se trata de una mansión a la que se accede por una escalinata de madera exterior que da paso a un balcón o balaustrada. En lo alto del edificio se alberga el granero, mientras que en sus restantes partes se conservan lagares, hornos o pajares. Se encuentran en Altavista, La Fuente, Barranco y Chindía en el Valle de San Lorenzo. Junto con ellas se encuentran casas terreras de piedra seca y cubierta de teja, cuyas partes pueden aparecer independientes. Se comunican a través de un patio interior.
Manuel Hernández González (Tenerife Patrimonio Histórico y Cultural. 2002)