Aunque el grueso de la obra artística de Yolanda Pérez Alonso lo constituyen retratos, Somos costeros y Homenaje a Alonso Quesada: La Umbría, las dos exposiciones que se inaugurarán este próximo jueves, a las 20:00 horas, en el Ateneo Municipal de Santa Lucía (Vecindario, Gran Canaria), suponen dos acercamientos a la insularidad desde lenguajes artísticos distintos.
El primero, en Somos costeros, es colorista y brillante, representa sobre todo espacios de costa -limítrofes entre lo natural y lo humano- que están ligados a la memoria particular de la autora, pero también a la colectiva, pues todos hemos ido transitando por ellos y despiertan acaso en nosotros los recuerdos de las experiencias propias.
El segundo, de tonos más apagados, es el personal homenaje de Pérez Alonso a la figura de Alonso Quesada que, como se sabe, está siendo este año homenajeada por su centenario de muerte y por ser el protagonista del Día de las Letras Canarias. A través de la sombra, el contraste y el simbolismo de un espacio creado por el autor en su drama La Umbría, inspirado en Agaete y abordado también por Pepe Dámaso en su pintura y en su cine, la propuesta de Yolanda Pérez es una suerte de límite también entre la salud y la enfermedad, la vida y la muerte, el valle y el mar.
Los dos trabajos, que podrán ser visitados hasta el 25 de mayo, no dejan de ser, a su manera, un retrato de la autora y los espacios en los que existe.
Yolanda Pérez Alonso nace en Málaga en 1974. Su infancia y adolescencia transcurren en Sevilla, donde pronto se interesa por distintas artes como el dibujo anatómico -alentado por su formación y profesión sanitarias- y el retrato. En 1996 llega a Gran Canaria, y trae en su maleta el acervo cultural andaluz, alguna novela de Vázquez Figueroa, otra de Juan del Río y todas las canciones de Pedro Guerra y Mestisay. Con el pensamiento de que sólo se accede al conocimiento mediante la investigación, ve, lee, saborea y escuchas la Islas... Sigue pintando de manera autodidacta, se interesa por las obras de Goya, Antonio Padrón, Manolo Millares, Lola Massieu y Pino Ojeda, entre otros, que revisitará con frecuencia. Ingresa en la Escuela Luján Pérez y tiene la posibilidad de seguir profundizando en el dibujo, la pintura y el grabado, con alguna incursión en la escultura y la ilustración. Ha participado en diversas exposiciones colectivas, entre las que destacan Desechad (2022), Una pintura por La Palma (2022), El universo de Pino Ojeda (2022), El verbo incandescente (2023), la revista objeto Carta Blanca de Al-Harafish (2024) y la individual Materia diversa (2021).