La jornada matutina del segundo pase del I Congreso de Indumentaria Tradicional de La Palma, celebrado este sábado 5 de octubre, dejó bien claro que en La Palma hay gente entendida en vestimenta, que sabe lo que se debe hacer y cómo lo deben hacer, pero sobre todo que entiende y ama, por encima de todo, los atuendos y accesorios de la indumentaria. Eso sí, sin olvidar a las personas que las han ilustrado con su sabiduría dándole la mano, además de ser palpable la conexión que tienen con los entendidos del asunto que concierne al congreso.
Mari Carmen Felipe y el cairel. La primera ponencia del día corrió por cuenta de Mari Carmen Felipe en relación con el cairel. Felipe es una amante empedernida de la vestimenta tradicional palmera, por ello es artesana oficial desde el año 1996. Defensora de las cosas bien hechas y de que se mantenga la tradición. En ocasiones se ha negado a realizar vestimentas que no entran dentro de lo que a ella le parece ortodoxo.
El cairel es muy usual en la vestimenta palmera ya que protege puños, enaguas, etc. La artesana apuntó que en España no se usa y que en Canarias no hay mucha tradición del cairel. Sin embargo, La Palma es la cuna. Según la valorada artesana no hay documentación del cairel. Se suele trabajar a dos colores. Mostró a las personas presentes y a los seguidores la elaboración de un cairel, que calificó de repetitivo, puesto que es su naturaleza. Apostilló que la ropa tradicional palmera se trabaja toda a mano, que el cairel se utilizaba para protegerla del uso y del paso del tiempo, por lo que no se utilizaron las barrederas entre otras cosas.
Mari Carmen Felipe confesó que para ser una artesana con alturas de miras hay que tener mucho amor y paciencia al trabajo que se ejecuta, además de no pretender hacerse rico, porque para ello debería una dedicarse a otra cosa. Resaltó que una ropa realizada a conciencia y con materias primas de calidad perduraría en el tiempo, por lo que hay que cuidar muy mucho la confección de las prendas y la calidad de las vestimentas. Para ella es de suma importancia equivocarse, porque afirmó que la persona que se equivoca aprende.
Raque San Juan y el centeno. La segunda ponencia fue mágica, se pudo sentir una conexión especial entre el sombrero y la artesana Raquel San Juan, que se confesó enamorada del centeno. Tanto es el amor que ella siente por el mencionado cereal que se ha convertido de forma autodidacta en una artesana cotizada por el simple hecho de elaborar sombreros de colmo, lo que definió como las tripas del centeno. Echó la vista atrás para recordar lo difícil que fueron sus comienzos, puesto que nadie le enseñó nada. Recordó con nostalgia sus primeros pasos relatando la dureza y rudeza de los mismos, teniendo incluso que plantar el centeno en Barlovento con sus propias manos y la de sus familiares, con el claro objetivo de poder optar a una materia prima de calidad.
Destacó del colmo que es sustancia agradecida y que perdura en el tiempo sin perder sus cualidades. El tiempo hace que este cereal se vuelva más duro y su color vaya pasando a tostado. Este año tiene pensado sembrar en diciembre para recogerlo en junio de 2025. Su cosecha estará en los municipios de Barlovento y Mazo. Como Felipe, coincidió que es una labor muy ardua y que le lleva mucho tiempo; sin embargo, su amor por la historia y la artesanía la empujan a que esto no se pierda y siga en su lucha incansable y tenaz para elaborar sombreros de colmo.
Fátima Acosta y su taller. Cerró Acosta el programa mañanero con su taller “sobre el buen uso de la indumentaria tradicional de La Palma”. Su ponencia tuvo mucha expectación y participación, y en ella se pudieron ver las técnicas y los acabados de la gasa de las mujeres puestas de diferentes formas, o cómo se deben colocar las diferentes monteras en las chicas. Colocó un justillo y un pañuelo de hombros y una manteleta, cada prenda por separado. Sobre el justillo apuntó que se debe portar sin sujetador, puesto que es su misión. También dijo que es importante hacer agujeros en corta distancia, puesto que será lo que sujete los pechos; se amarra hasta que sujete, sin aplastar los pechos, por lo que se pueden quedar agujeros sin hilo. Los hombres también pudieron ver como se debe poner la montera. Para ello, se contó con un modelo mediático: David Naranjo.
En los múltiples debates que se hicieron entre el público y la entendida palmera, se dijeron algunas cuestiones dignas de mencionar:
- Es muy complicado, con razonamiento actual, saber lo que se hizo antaño.
- En la mujer se llama camisa, término antiguo (blusa es más moderno).
- Las joyas pueden ser un símbolo de la identidad palmera, y cabe resaltar que no se ponía lo que había en casa.
- El rosario es más propio de la vestimenta del siglo XVIII. En el siglo XIX, se llevaba en la mano para ir a la iglesia.
- Fátima Acosta no cree fielmente en las láminas pintadas, porque es un artista quien las pinta, por lo que puede haber interpretaciones. Se lleva más por las cosas que puede acreditar con diferentes documentos que se repiten en el tiempo.
- Portar toca y pañuelo, a la vez, es algo complejo, por lo que hay expertos que no lo ven y otros que no se mojan. No quedó nada en claro, sólo que es controvertido.
Desde las 11.00 h. hasta las 12.30 h. la emisora palmera 7.7 Radio hizo un programa especial en directo, entrevistando a varios invitados, estando presentado por Pedro Montesinos, arropado por todo su equipo. Las jornadas continuaron por la tarde con tres mesas redondas y una actuación conjunta de los grupos palmeros.