La Agrupación Folklórica Tetir tiene sus orígenes en un grupo de parranderos que iban por las fiestas populares de Fuerteventura, sin cuerpo de baile y con un grupo de tocadores compuesto, entre otros, por Genaro y José Luis Rodríguez, algunos miembros de la familia Guedes…
La fecha que da inicio oficial a la formación del grupo es la de 4 de agosto de 1973 durante las Fiestas de Santo Domingo de Guzmán, ya acompañados de cuerpo de baile. El grupo fue impulsado por un maestro del pueblo, don Luis Vila, que motivó la conformación de ese grupo popular inicial en un colectivo con cuerpo de bailes, su registro oficial como asociación cultural, el estreno de una vestimenta típica de Néstor (adecuada a los cánones de la época, propios de los últimos años del franquismo). En sus principios también graban su primer disco y posteriormente una segunda grabación discográfica. Sólo tenían la finalidad de actuar, fundamentalmente en las festividades religiosas de Fuerteventura.
A partir de esa primera década inicial el grupo empieza una nueva trayectoria y ya en los 80 toma conciencia de que no sólo valía tocar y divertirse, por lo que se propone rescatar las raíces del folklore majorero que se estaba perdiendo con la finalidad de difundirlo. El primer paso fue el cambio de vestimenta, aunque el grupo sigue manteniendo el traje de Néstor, que utiliza en ocasiones. Paralelamente empiezan a hacer una investigación con la colaboración inestimable del especialista Ricardo Reguera recuperando los testimonios orales, fotos antiguas, archivos de la iglesia, sobre todo documentos de finales del siglo XVIII, XIX y principios del XX, ajustando la vestimenta al folklore musical que se estaba recuperando.
Posteriormente, también con la inestimable colaboración del estudioso conejero Ricardo Reguera Ramírez, se realiza una nueva investigación sobre las herencias de la gente rica del pueblo y se conformó una nueva vestimenta del siglo XVIII para ocasiones especiales, quedando el de campesino con el traje oficial y habitual del grupo.
Momento clave. Con ello, ya en los años 80/90, se forja la verdadera identidad del grupo con la inestimable colaboración de Domingo Rodríguez el Colorao como director del cuerpo de toque y Pedro José como el director de baile (este lo sigue siendo hasta hoy). Ellos han sido los verdaderos responsables del alma de la AF Tetir, creando una conciencia de respeto por nuestro folklore e interpretando la música de raíz majorera.
Al mismo tiempo se empezó a generar la apertura social a la comunidad del pueblo, de tal manera que la mayoría de la gente de Tetir considera que la agrupación es parte de su entorno natural. Esa acción también la facilita la nueva disposición de un local social propio, tras haber estado ensayando en el bar del Teleclub o en la propia plaza al aire libre.
El grupo empieza a salir por las Islas y la Península, así como se realizó un exitoso viaje a Eslovaquia, interpretando el folklore majorero puro y duro, sin arreglos corales y despojado de artificios y coreografías propias de los primeros años, tras la huella de los conocidos Coros y Danzas. El grupo trata de representar los toques y bailes propios, manteniendo la disposición inicial y final de terminar al mismo tiempo que el cuerpo de toque, siendo consciente y orgullosos de convertirse en un grupo básico.
Gonzalo Rodríguez fue el maestro director de la Escuela de Tetir durante más de 30 años, siendo el primer presidente de la agrupación e incluso hoy en día sigue siendo un miembro activo. En su casa se hacen todas las reuniones comunitarias: es el padre espiritual del grupo. Por tanto, su colaboración en el colegio significó que el centro educativo fuera el primer eje vertebrador de la apertura social del grupo. Además, el otro elemento social importante en el pueblo es la Asociación de Vecinos, cuya directiva prácticamente también está conformada por los miembros de la propia agrupación folklórica. Esto ha ayudado a articular la acción social y cultural del pueblo.
Festival de Solistas, romería y rancho. La actividad popular más conocida de la agrupación es el Festival de Solistas de Tetir, el primero con una representación de solistas de cada una de las Islas, generando la idea pionera en Canarias dadas las dificultades económicas para poder trasladar a grupos enteros. Con 30 años de historia han pasado por el terrero de lucha de Tetir los mejores solistas actuales o lamentablemente fallecidos de estas tres últimas décadas, entre otros Dacio Ferrera, Candelaria González, Ico Arocha, Fefo García, Antonio Corujo, Sergio Cabrera, Tata Suárez, Héctor González, Víctor Batista, Calaya Rodríguez, Patricia Muñoz, Manuel Estupiñán, Cali Fernández, Olga Ramos, Davinia Rodríguez, Mari Carmen González, Joana y Moneiba García, Alba Pérez, M.ª Carmen Mulet, Manuel Navarro, María Mérida, Melquiades Cruz, Pedro Manuel Afonso, Chago Melián, Mary Sánchez y Los Bandama…
Otra destacada acción cultural es la romería de San Andrés, cuyos orígenes se remontan a que, por casualidad, el grupo descubre cómo los dominicos escondieron a San Andrés detrás del altar. Una noche algunos hombres de Tetir fueron y recuperaron la imagen del santo y lo llevaron detrás del pueblo, al valle de Tetir, y allí le echaron unos rezos y jaculatorias, amenazándole que si no llovía lo riscaban por allí p’abajo; y ese año llovió... A partir de entonces, el grupo continúa con la labor de la romería. Primero el cura lleva la imagen el 30 de noviembre en procesión a la ermita edificada (al efecto por un señor adinerado del pueblo) en el valle de Tetir y permanece allí hasta el domingo siguiente, cuando la agrupación folklórica realiza la romería y lo devuelve de manera festiva hasta el pueblo.
El director del baile, Pedro José, desde la primera actuación ha ido apuntando todas las salidas, recogiendo así las más de 1500 actuaciones del grupo hasta la fecha. Además apuntaba, y apunta, cuántas familias participaban, por ejemplo, los Jiménez González (5 personas), los Rodríguez Oramas (5 personas), los Vera Alonso (4), los Gutiérrez Lima (8), los Vera Lima (6), los Morales Rodríguez (5), etc. En la actualidad hay como cuatro grupos de padres, madres e hijos. Incluso los Morales tienen un abuelo que toca la guitarra y su nieto baila. Eso significa y justifica la conexión, la simbiosis del pueblo con el grupo.
Una vez finalizada la romería de San Andrés y hasta después de Reyes, Tinín Vera, mayordomo del Rancho de Pascuas de Tetir, empieza a conformar el rancho, pasando el colectivo de unas 40 a 80 personas. Se trata de un rancho de Pascuas que le canta villancicos tradicionales a la Navidad, y no a las ánimas del purgatorio como el de Tiscamanita. Las actuaciones van desde las casas del pueblo, hasta distintos pagos majoreros de La Oliva, Puerto…
Otras actividades. En los últimos años se han dedicado a difundir el folklore majorero por todos los centros educativos de Fuerteventura, estando en cada uno de ellos al menos en cinco o seis ocasiones, explicando los instrumentos musicales (timples, violines, espadas, lapas…), las piezas musicales (mazurca, polka…), la propia vestimenta... Además, se realizan talleres de baile, de toque de lapas… A esto se une el Tostador de carne de cabra, otro momento colectivo en la plaza del pueblo conformando una nueva acción social en torno a la que se junta un buen grupo de personas a pasar un buen rato con nuestra gastronomía y nuestras tradiciones musicales. Asimismo, la recuperación del carnaval tradicional de Fuerteventura ha sido otra actividad de enorme éxito. Cada lunes de carnaval el grupo se reúne en el local de ensayo y cada uno lleva cosas viejas (ropa, calzados, diversos elementos...) y se visten de mascaritas, dando vida al carnaval tradicional por las calles de Tetir.
El grupo presume de su colaboración desinteresada en la promoción de la isla majorera y participa en multitud de proyectos culturales como puede ser la Cantata de San Miguel en Tuineje, los homenajes a Unamuno, a Manuel Velázquez… o en vídeos promocionales. Su acción social también viene determinada por la inestimable colaboración de muchas personas que sin haber estado en el grupo son parte activa, entre otros Marcos Hormiga, Yeray Rodríguez, Javier Cerpa, Abelardo García el Tormento, José Manuel Toledo…; así como también todos aquellos excomponentes que cuando se les pide colaboración dan un paso adelante y ahí están al pie del cañón. Toda esta configuración humana no es sólo meritoria del propio conjunto de gente sino del quehacer del padre espiritual del grupo, del alma mater de la AF Tetir, Domingo Rodríguez el Colorao, que es quien ha marcado las pautas del colectivo durante los últimos 30 o 40 años.
El futuro sigue marcado por las mismas pautas e ilusionantes proyectos de viajes, de cruzar el Charco, la conclusión del libro histórico del grupo y la incorporación a las nuevas tecnologías, redes sociales…, donde ya nuestros jóvenes valores han sembrado semilas que habrán de durar otros 50 nuevos años.