Dice un antiguo pie de romance: «Por debajo de la arena / corre el agua mansa y suena», y algo similar ocurre con la conocida en Valle Gran Rey (La Gomera) como la Guerra del Agua. Una especie de historia olvidada, en los márgenes del relato oficial, pero siempre presente, como un ruido de fondo de las vivencias colectivas.
La Guerra del Agua hace referencia a un conflicto por el uso y gestión de este recurso vital, que alcanzó su punto culminante en 1948 y en el que, tras una dura lucha y haciendo frente a los intereses de la clase agroexportadora y los poderes públicos que los amparaban, los pequeños propietarios del Valle Alto consiguieron mantener sus derechos sobre el agua del Risco de Guadá. La importancia de lo sucedido radica en que, en unos tiempos duros de miseria y opresión política, una comunidad entera se alzó en defensa de lo que consideraba justo, como reflejaba un cantar popular en aquellos días: «Por el agua del Risco / damos la vida / porque de ella depende / nuestra comida».
Los conflictos en torno al agua son, básicamente, una expresión del problema de la tierra, de la contraposición entre la pequeña propiedad frente a la grande y sus intereses, casi siempre antagónicos. En La Gomera, a finales del siglo XIX y principios del XX, la gran propiedad va a introducir dos nuevos cultivos demandados en el circuito agrocomercial internacional: el tomate y el plátano. El capital extranjero va a controlar la comercialización, mientras que la terratenencia local ejercerá de intermediaria.
La consecuencia va a ser la sustitución del sistema tradicional de riego, la dula, en favor de otro que respondía mejor a los intereses de la clase agroexportadora: el turno de horario. Como marco legal para este cambio entran en escena las comunidades de regantes, organismos de gestión del agua controlados por los grandes propietarios de tierras y amparados por el poder político local, el cual estaba caracterizado por el caciquismo. La resistencia a estos cambios dio lugar a luchas por el agua en diversas partes de La Gomera.
Las interpretaciones interesadas y la desmemoria intencionada han querido dejar enterrados en las cunetas de la historia estos hechos, que necesitan ser reivindicados y conocidos para respetar y honrar a unas personas –con especial protagonismo de las mujeres– que supieron luchar, en unos tiempos muy duros, por la defensa de sus derechos y de lo que consideraban justo.
Presentación del libro. La Casa de la Cultura de Valle Gran Rey acoge hoy miércoles, 12 de junio de 2024, a las 20:00 horas, la presentación del libro Valle Gran Rey. La Guerra del Agua, del que son autores el biólogo Juan Montesino Barrera, el profesor del CEO de Vallehermoso «Blanca Ascanio» Miguel Ángel Hernández Méndez y el profesor de Geografía de la ULL Luis M. Jerez Darias. El acto, en el que intervendrán sus autores, se lleva a cabo en el marco de las Fiestas de San Antonio de Padua en Guadá.
Esta interesante publicación es el primer libro que edita el Centro de Estudios e Investigaciones Oroja (CEIO) y lleva un diseño magistral de portada y contraportada de la joven gomera Claudia Hernández Chinea.
En la presentación se proyectará un montaje audiovisual realizado con la composición «Guerra del Agua», de Belén Rodríguez Doreste (Lajalada), inspirada en el papel de las mujeres en este hecho histórico. La parranda de cuerdas que suena en el vídeo que ofrecemos interpreta cantares que se compusieron y se ejecutaron durante la Guerra del Agua. En él canta el conocido Julio Cruz Niebla. En el cierre del documento se escucha una juelga de tambores vinculada también al mismo contexto.