Este último año regresan a Cuba, aunque sin perder sus vínculos con Canarias. La escritora comienza su trayectoria como poeta. Prosas y poemas suyos se publican en revistas como Ciclón y Orígenes. En 1954 viaja a París, en donde trata de dedicarse exclusivamente a la literatura. Sin embargo, vuelve a Cuba en 1959 y participa activamente en los comienzos del proceso revolucionario. Entre 1959 y 1965 ejerce como agregada cultural a las embajadas cubanas de París y Roma. En 1965, rompe voluntariamente sus lazos políticos con el régimen cubano y fija su residencia en París. Premio Biblioteca Breve, de la Editorial Seix Barral (Barcelona, 1971). En 2008 asiste a un coloquio sobre su obra, en el Hunter College, de C.U.N.Y. (USA); y participa igualmente en el IV Congreso Internacional Creación y Exilio (Valencia, España), donde recibe, además, una distinción en reconocimiento al total de su literatura. Obra poética: Luces y piedras (1949), Luz de lágrima (1951), La gruta (1952), Alba en el niño hidrópico (1953), Innumerables voces (1964), La barrera fluídica o París escarabajo (1976), con edición francesa de 1994, Rueda del exiliado (1983), Martelar (1983) o Trouver un autrenom à l’amour (2015). Su obra narrativa se inicia con El Barranco (La Habana, 1958), relato de la memoria de sus años tinerfeños y la experiencia infantil de la guerra. Con edición francesa de 1959, será reeditada en Canarias en varias ocasiones, entre 1982 y 2004, con prólogo de Claude Couffon. Y traducida también al italiano, al alemán, al checo y al inglés. De 1971, data Sonámbulo de sol; a la que siguen: Fuir la Spirale / Huir de la espiral (1987) o J’attends la nuitpour te rêver, révoltion (1997), testimonio entre la memoria, el relato y el ensayo, de la que hay versión española en 2002.