Revista n.º 1070 / ISSN 1885-6039

Las tiendas y los bares de antaño en Tamaraceite.

Viernes, 17 de febrero de 2023
Esteban Santana
Publicado en el n.º 979

Me gustaría recordar las tiendas y los bares más antiguos de Tamaraceite, esos que hacían las delicias de este pueblo. Uno de las más populares fue la tienda de Mariquita Serapita, donde se podían comprar embutidos, chorizos, pan y los famosos bizcochos lustrados de Tamaraceite, que tanto gustaban a Galdós.

Bar de Cristóbal en el Paseo de Tamaraceite.

 

 

Tamaraceite (Gran Canaria) históricamente fue un lugar de paso hacia el centro y norte de la isla. Así surgió el camino real y después la carretera hacia Arucas, al sur del barranquillo de Jacomar, en el entorno de la antigua dehesa de Tamaraceite, al lado del camino real que va a la capital y al lugarejo de Tamaraceite, después llamado Lugarejo de San Lorenzo, por donde discurría el camino real hacia Teror. Desde principios del s. XX la Carretera General fue un centro neurálgico del sector servicios no solo por su situación geográfica, sino porque años más tarde sería el pueblo con más habitantes del municipio de San Lorenzo, hasta 1939, en que se produjo la anexión a la ciudad de Las Palmas y se convirtió en un barrio más de la capital.

 

Esta vía de paso se convirtió en lugar estratégico que fue aprovechado por pequeños comerciantes para ir creando modestos comercios e industrias que abastecieran al mercado local y a los viajeros que iban hacia el norte de la isla. En el entorno de la Carretera General se asentaron bares y tiendas que hacían las delicias de los que venían a comprar desde núcleos rurales cercanos. En sus bares y tiendas no solo hacían su parada los viajeros que se trasladaban hasta el norte, para hacer un descanso, sino que, en torno a ellas, fueron asentándose distintas industrias como carpinterías, herrerías, etc. La Carretera General de Tamaraceite ha sido siempre un lugar estratégico, pasando de ser una zona de ocio y esparcimiento (donde estaban ubicados el cine Galdós, la Sociedad de Recreo, la iglesia, el ayuntamiento, el Paseo...) a una zona de pequeños y grandes comercios, algunos con importancia a nivel insular, como Macriver. En la actualidad es la principal zona comercial. Aparte de las entidades bancarias, la forman pequeños comercios como farmacias, tiendas de deportes, supermercados, bares, autoescuelas, estudios fotográficos, academias, boutiques, ópticas... que cubren la demanda de la población de la zona.

 

Carretera general de Tamaraceite en 1976.

Carretera General en 1976

Ferretería de Juan Pérez.

Ferretería de Juan Pérez

 

Pero hoy, particularmente, me gustaría recordar las tiendas y los bares más antiguos de Tamaraceite, esos que hacían las delicias de este pueblo a jóvenes y mayores. Uno de las más populares fue la tienda de Mariquita Serapita, donde se podían comprar embutidos, chorizos, pan y los famosos bizcochos lustrados de Tamaraceite, que tanto gustaban a don Benito Pérez Galdós y que cita en alguno de sus libros. Los coches de hora hacían su parada justo enfrente, en la misma curva, y muchos de sus viajeros bajaban a comprar los conocidos bizcochos de doña María Villegas. En el muro de Mariquita Villegas y en el de Juan Pérez se formaban grandes tertulias, al igual que en el bar de Cristóbal, un poco más abajo, punto este importante del Paseo por sus olores y por los encantos de Fiíta. En los descansos de los bailes, la juventud iba al bar de Cristóbal a comer calamares, vueltas o mero y la copita de anís, sifón, vermut o la clásica cerveza.

 

Si volvemos a cruzar la carretera y desde el callejón del cine hasta la plaza, al lado de Mariquita Pernía estaba el bar de Horacio, que antes fue una carpintería y cuya especialidad eran las cajas de muertos. Siguiendo por esta misma acera nos podíamos encontrar el “centro comercial” de Juan Pérez, tienda, ferretería, cafetería y bar. Este tenía también un lugar de reunión donde se encontraban los más pudientes del pueblo. Un poco más abajo estaba situada la tienda de Jaime, que luego fue una barbería. Tiendas más modernas surgieron más tarde, como la de Marcelita, que fue un referente de la moda en el barrio; o la tienda de Periquito Acosta, el supermercado de Santiaguito, la tienda de Antoñito Sánchez en la propia Carretera General y los bares de Perico y el Ovejero.

 

Unos pizcos en el bar de Fiíta.

Echándose unos pizcos en el bar de Fiíta

Tienda de Mariquita Villegas.

En la tienda de Mariquita Villegas

 

No hay que olvidar las tiendas que estaban en la Montañeta y en la zona de Los Grupos y que me gustaría nombrar: la tienda de Carmita Déniz, Santiaguito (el del helado), Rosita, la tienda de Batista, Antoñita (luego la tienda de Vicente), Sarito (frente al Adán del Castillo), Carmela Cabrera, El Peninsular, Santiago Ramos, Nene, Cruz, la tienda de Rosa en el sótano de los Bloques... que -aparte de vender de todo- en ocasiones se convertían en lugar de encuentro del vecindario.

 

Pero no solo tiendas y bares había en Tamarceite. No podemos olvidar las entidades bancarias y otros pequeños comercios como farmacias, relojerías, establecimientos deportivos como Salva Sport, una de las pocas tiendas que han sobrevivido a las crisis y a las grandes superficies, supermercados, bares, autoescuelas, estudios fotográficos, academias, boutiques, pescaderías, ópticas, agencias de viajes..., que cubrían la demanda de la población de la zona hasta la llegada de los grandes centros comerciales, cuando comienza el declive.

 

Bazar de Sarito, frente al Adán del Castillo.

Bazar de Sarito, frente al Adán del Castillo

Tienda de Florencio.

Tienda de Florencio en La Montañeta

 

Punto y aparte fueron las panaderías de Tamaraceite, que también vendían de todo, como la de Domingo, Periquito Benítez o Servando. Todavía huelo a pan recién hecho de aquel horno del Paseo de los Mártires de Tamaraceite, o el de la calle Santiago. Muchos recuerdos nos vienen a la mente a los chiquillos de 50 o 60 años con el cierre de la panadería de Domingo. En Tamaraceite por aquellos años "competía" con la panadería de Periquito Benítez en La Montañeta y a los más pequeños de Los Bloques o de la Cruz del Ovejero nos mandaban a comprar pan a la de Domingo, por cercanía, en la talega de tela. Nos quedábamos embebidos cuando veíamos hacerlo a puño y sacarlo y meterlo en el horno de piedra. Nos contaban nuestros padres que Domingo empezó vendiendo pan en un carrito y que poco a poco, con el sudor de su frente, fue haciendo que esa pequeña panadería de pueblo fuera, con los años, un referente industrial en nuestro Archipiélago. Allí veíamos cargar y descargar a los panaderos que iban por las casas a llevar el pan calentito, como Alfonso, que distribuía por buena parte de los barrios de Tamaraceite.

 

La familia de Domingo era exquisita y la delicadeza con nuestra gente estuvo siempre presente. Es más, muchos de sus empleados eran de nuestro pueblo de Tamaraceite. También apoyó durante muchos años, en su época dorada, al Unión Chile de fútbol. La crisis pudo con ella pero no podrá con nuestros recuerdos ya que la panadería de Domingo siempre ocupará un lugar importante no solo en nuestra memoria, sino en la historia de este pueblo.

 

Edificio Macriver.

Edificio Macriver

Cruz del Ovejero en los 80 del siglo XX.

Cruz del Ovejero en los 80 del s. XX

 

Pero este barrio tuvo uno de los primeros centros comerciales de la isla. De la mano de Manolo Cabrera, su impulsor, se dio a conocer nuestro pueblo en toda Gran Canaria, sobre todo por la venta de televisores De Wald. Manuel Cabrera Rivero (EA8CI), radioaficionado y empresario, marcó un hito en Canarias al fundar una empresa como Macriver. Fue pionero de las grandes superficies comerciales, incluso antes de que llegara Galerías Preciados.

 

En la actualidad la Carretera General de Tamaraceite, esta zona comercial que en un principio se fue expandiendo hacia las calles de nueva construcción como Pepe Dámaso, en lo que antes era Hoya Ayala. Presenta un estado penoso y demanda mucha ayuda institucional puesto que por allí ya no pasan ni las guaguas en sentido Las Palmas, y los comercios están viviendo situaciones muy duras para subsistir. Una última "puñalada" a la zona es la reordenación del tráfico en función de Tamaraceite Sur, lo que está originando que el casco histórico vaya muriendo poco a poco y con ella la historia comercial de nuestro barrio.

 

 

Foto de portada: bar de Cristóbal, punto de encuentro en el Paseo

 

 

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