La Sala Andrómeda, ubicada en el Complejo Turístico Costa Martiánez, acoge este jueves 23 de junio a las 19:00 horas la muestra al público de Morta Splendor, la residencia artística que la coreógrafa, bailarina y actriz sevillana Bárbara Sánchez ha desarrollado en Puerto de la Cruz desde el pasado 13 de junio de la mano del Laboratorio de Artes Vivas y Ciudadanía, TenerifeLAV, en colaboración con la Concejalía de Cultura.  

En un encuentro con la creadora andaluza, el alcalde y concejal de Cultura Marco González ha conocido de primera mano el trabajo de investigación llevado a cabo y que “será compartido con los vecinos y visitantes en un proceso de intercambio de ideas y reflexión” en esta sesión de puestas abiertas.  La entrada es libre hasta completar aforo. 

Bárbara Sánchez, formada en arte dramático, danza clásica y contemporánea en Sevilla, presentará Morta Splendor, un proyecto de creación que plantea una aguda reflexión sobre la muerte como arquetipo central que absorbe y disuelve los límites convencionales de las artes escénicas.  

Con un texto original de la propia artista, salpicado de referencias y citas de Federico García Lorca, Gavin Baddeley, Jaime Conde Salazar, La Biblia o William Shakespeare, se trata de la tercera parte de la Trilogía de la Soledad, en el que lleva inmersa desde 2015 y en el que la muerte se convierte en un nuevo personaje de la serie de figuras que recorre la obra de Bárbara Sánchez, sirviendo al tiempo para la investigación de nuevas formas artísticas. 

TenerifeLAV es un laboratorio de mediación, creación e innovación en artes vivas contemporáneas y ciudadanía que desarrolla residencias de creación artística, participación social y pensamiento crítico en colaboración con Administraciones Públicas y otras entidades, principalmente en el territorio insular. El Programa Residentes 2022 cuenta con el apoyo del Cabildo de Tenerife y del Instituto Canario de Desarrollo Cultural del Gobierno de Canarias. 

Impulsado por LAVCiudad Asociación Cultural, el laboratorio pone el foco en los procesos participativos a través de las artes vivas, apoyando a los artistas como herramienta crítica para el desarrollo colectivo, mediante modelos de trabajo entre creadores y ciudadanía. Una iniciativa que, al igual que el Ecosistema Creativo de Puerto de la Cruz, apuesta por la cultura como agente de cambio herramienta de desarrollo social y económico.