Revista nº 1040
ISSN 1885-6039

Avances arqueológicos.

Martes, 16 de Agosto de 2022
Redacción BienMeSabe.
Publicado en el número 953

Culminan los trabajos de investigación arqueológica estival en el yacimiento arqueológico de Cueva Pintada, centro gestionado por la Consejería de Cultura del Cabildo de Gran Canaria, con interesantes avances para el conocimiento del conocido poblado prehispánico.

Durante las dos semanas de trabajo de campo durante el pasado mes de julio, el equipo de investigación arqueológica ha podido identificar, en la denominada Estructura 12, los restos de al menos tres suelos que dan cuenta de varios momentos de uso y abandono de este espacio doméstico durante el siglo XVI.

 

Según las evidencias materiales, los primeros informes de la campaña, en la que han participado las universidades de Las Palmas de Gran Canaria y de La Laguna, la empresa de arqueología Prored y personal especialista del propio Museo y Parque Arqueológico de Gáldar, revelan que sobre la toba volcánica se fueron constituyendo distintas superficies, utilizando tierra, restos de cerámica e industria lítica. Además, durante este momento de reutilización de la casa, los trabajos han descubierto que el espacio fue continuamente reestructurado.

 

Tras dos años sin intervenciones arqueológicas en el poblado de Cueva Pintada, por fin ha vuelto la tradicional investigación estival de campo en el yacimiento este mes de julio en dos estructuras: la 53 y la 12. Las actuaciones se han completado con la documentación fotogramétrica de algunas áreas excavadas durante la última campaña, realizada en 2019, y en el avance en la resolución de las problemáticas históricas, como es el caso de la localización de los distintos niveles de ocupación de la estructura 12.

 

Cerámica ‘de transición’

Más de la mitad de los restos de objetos de cerámica encontrados en la estructura 12 comprenden fragmentos de cerámica importada, fabricada a torno. Los restos de piezas hechas a mano, de factura indígena, representan aproximadamente una cuarta parte del total. Finalmente, se han hallado una serie de piezas identificadas como ‘de transición’. Son poco numerosas, aunque de gran interés para el equipo de investigación por las posibilidades de estudio acerca de la elaboración de cerámica local en fechas posteriores a la conquista.

 

La estructura 53 se trata de un espacio arqueológico complejo a la vez que enriquecedor. Esto se debe a la evidencia en ella de diferentes momentos de ocupación. En primer lugar, las sucesivas investigaciones han identificado una fase troglodita, con los huecos de varios silos, probablemente utilizados para el almacenamiento de alimentos y enseres varios. Se trata de un momento que se correspondería con la primera fase de ocupación del poblado (siglos VII y VIII). En segundo lugar, esta área excavada previamente en la roca fue reutilizada en una segunda fase de ocupación indígena. Y, por último, esta estructura se reutilizó en una tercera fase colonial, como evidencian los numerosos materiales de factura hispano-canaria recopilados en las excavaciones.

 

Una moneda de Enrique IV de Castilla

Entre los hallazgos más destacados de la campaña figura la aparición de una moneda, identificada de manera preliminar como una blanca de rombo de Enrique IV de Castilla, y un fragmento de pintadera. Los restos de fauna incluyen un primer subconjunto de animales domésticos, como el más numeroso. En menor medida, se han recuperado restos de malacofauna (lapas y burgaos), así como de ictiofauna (restos óseos de las especies de peces habituales en el yacimiento, especialmente la vieja).

 

Visitas guiadas a los trabajos arqueológicos

Más allá de los resultados de la investigación arqueológica, el conjunto de las acciones se ha visto complementado con el éxito de las tradicionales visitas guiadas a los trabajos por parte del público que lo solicitó. Según confirmó la directora del museo y parque arqueológico, Carmen Gloria Rodríguez, “el creciente interés de la población en torno a este programa de investigación permitió a 60 personas acercarse, en dos sesiones, a las labores de investigación y al trabajo de campo y laboratorio”.

 

Las campañas tradicionales de excavación que se realizan en el mes de julio se llevaban a cabo en el marco de un campus de arqueología que se había convertido en un referente de intervención y de formación universitaria desde su inicio en 2015. Sin embargo, como explicó la directora y conservadora de Cueva Pintada, Carmen Gloria Rodríguez, “no parecía oportuno programar el campus este año sin tener aún constancia de haber dejado atrás todas las amenazas que este virus genera. La convivencia del grupo es intensa durante las dos semanas de duración de este programa, en el que no sólo se excava, sino que también incluye seminarios, visitas a otros yacimientos de la isla y alojamiento en una misma residencia. El hecho de encontrarnos en una séptima ola parece confirmar la pertinencia de la actitud prudente en este sentido”, aclara la responsable del yacimiento.

 

Para llevar a cabo las actuaciones de investigación en dos estructuras, la 12 y 53, se ha contado con la ayuda del personal del proyecto NOE (Nuevas Oportunidades de Empleo) y el de Becas ‘Inserta’, programas impulsados por el Cabildo de Gran Canaria y la Fundación Universitaria de Las Palmas. Completan el proyecto el equipo técnico de Cueva Pintada, encabezado por la directora del museo, Carmen Gloria Rodríguez, José Ignacio Sáenz, conservador, y Patricia Prieto, restauradora, además de Jorge Onrubia Pintado, codirector científico de la campaña.

 

Esto ha permitido ofrecer cierta continuidad a la investigación arqueológica, desde el punto de vista museístico, sin tener que llevar a cabo una actuación de envergadura y con un grupo de personas numeroso, como se ha realizado hasta el momento. “El año 2023 será el momento de volver a las campañas de excavación habituales”, detalla la directora de Cueva Pintada.

 

Plan de Investigación Cueva Pintada

El Museo y Parque Arqueológico Cueva Pintada está unido desde su concepción a la conservación e investigación de la zona arqueológica en la que se asienta y que le otorga su razón de ser. De ahí que, tras su apertura en 2006, y una vez consolidadas las dinámicas museísticas, se diseñara el plan de investigación del centro. El proyecto se asienta en tres líneas estratégicas: investigaciones arqueológicas, investigaciones para la conservación y las investigaciones relacionadas con la gestión de públicos y difusión de contenidos.

 

En el marco del programa de estudio de la colección, hay una serie de proyectos específicos para el análisis de las propias estructuras arqueológicas (materiales, técnicas constructivas y lectura de paramentos, elaboración de hipótesis virtuales…), así como de los objetos y materiales asociados, desde las industrias líticas hasta los propios sedimentos que los acogen. Las primeras actuaciones de este programa se iniciaron en el año 2013. Sin embargo, la llegada de la pandemia de la COVID 19 supuso la suspensión de las campañas de excavaciones arqueológicas propiamente dichas, que se esperan retomar finalmente en 2023.

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