En el editorial del primer número se podía leer la que fuera línea primordial de la revista: “El mar nos separa de Europa y del mundo. Allá, lejos de nosotros, la vida se muestra en esa actividad de la cual son la ciencia y el arte manifestaciones. Acortar [esa distancia] en lo posible (…) y hacer ver de algún modo que también nosotros participamos más o menos de la vida universal, es empresa algo azarosa, pero digna de que la acometamos”. Los temas tratados en la revista (botánica o antropología, derecho, medicina o política, historia, literatura o música) se referían siempre al desarrollo de esas actividades en las Islas. Colaboradores fueron, entre otros, Amaranto Martínez de Escobar*, Antonio Zerolo*, Ramón Gil Roldán*, José Tabares Bartlett*, Benito Pérez Galdós* o Nicolás Estévanez* que, en el segundo número, publicó “Canarias”, su poema fundacional. También aportaron artículos Maffiotte de la Roche, Ramón Masferrer, Juan Bethencourt Alfonso*, Tomás Zerolo*, Miguel Villalba Hervás*, Sabino Berthelot, el músico Teobaldo Power o el político Pi y Margall, de quien Elías Zerolo se consideraba afín ideológicamente. Se publicaron traducciones de Byron y Dumas o de los científicos franceses Camile Flammarion o Jules Leclerc. La revista se haría eco de la Exposición Universal de París (1878), a través de una crónica enviada por Patricio Estévanez*. Asimismo, recoge la noticia de la Exposición de Bellas Artes de Santa Cruz de Tenerife, en 1880, la primera gran muestra de artes plásticas de las Islas. La publicación fue, entonces, la más importante del Archipiélago y una de las más notables en la España de su tiempo. Hay edición facsímil de los cuatro tomos de la Revista de Canarias (Viceconsejería de Cultura del Gobierno de Canarias, 1991).
Ver Revista de Canarias en Jable.