En horas del mediodía del pasado sábado, tuvo lugar en el local de la Asociación Orden del Cachorro Canario de Las Palmas de Gran Canaria un encuentro entre una representación del Ayuntamiento de Los Realejos juntamente con la Asociación Cultural y Recreativa Los Cochineros del núcleo poblacional de Icod el Alto, y una representación del grupo folclórico ingeniense Los Cochineros; además, del cronista oficial que suscribe, la Asociación de Cultura y Patrimonio CUPACAN y los anfitriones miembros de la Orden del Cachorro con parte de su Junta Directiva y asociados.
Dicho encuentro se desarrolló en un grato ambiente de cordialidad, interviniendo cada uno de los participantes de forma espontánea, dando a conocer distintos aspectos del tradicional oficio de cochinero en los dos pueblos, así como obras o proyectos destinados a la conservación y difusión de este legado histórico singular y común en las dos islas.
Abrió el acto Manuel Vega Marrero, secretario de la Orden del Cachorro y coordinador del mismo, que había colaborado de forma generosa para que la entidad que representa fuera sede de este encuentro y contactando con los intervinientes de Ingenio,. Expuso la labor que realiza esta institución en pro de nuestras tradiciones y costumbres, así como la transmisión y defensa de la identidad canaria, jugando en este caso el papel de lazo de unión entre los municipios de Los Realejos e Ingenio. José Alexis Hernández Dorta, teniente alcalde de Icod el Alto, concejal de Medio Ambiente y Lucha por el Clima, Desarrollo Rural, Transporte y Vivienda, junto con Macarena Hernández González, concejala de Participación Ciudadana, Mayores, Igualdad, Infancia y Discapacidad del ayuntamiento de Los Realejos, expusieron en sus distintas intervenciones las actuaciones de la corporación municipal realejera para promocionar y planificar todos aquellos proyectos destinados a la defensa del patrimonio histórico y cultural, entre los que se incluía lo relacionado con la atávica costumbre de la cría y comercialización de cochinos en Icod el Alto.
Rosa Ángela Llanos Zamarin, impulsora de la celebración del acto, como presidenta de la Asociación Cultural y Recreativa Los Cochineros de Icod el Alto, a la cual le cabía el honor de ser hija, nieta y sobrina de cochineros, expuso que la iniciativa había surgido a través de la mesa de participación comunitaria de Icod el Alto, donde se pretendía visibilizar el oficio de cochinero, llevando a cabo en principio un homenaje que consistió en una tertulia entre los veteranos cochineros del lugar, las personas que los acogían en sus casas cuando se trasladaban de un sitio a otro en su viaje de venta itinerante, una actuación musical dedicada al cochinero y entrega de reconocimiento, para posteriormente conformarse como asociación y crear una exposición permanente sobre los cochineros. En la actualidad trabaja en una unidad didáctica para visibilizar a los cochineros en los colegios y en la grabación de un documental con la historia cochinera en el lugar.
El vicepresidente, Rafael García Suárez, hijo de cochinero, intervino narrando acontecimientos vividos, añadiendo simpáticas anécdotas sobre el trabajo de los cochineros; igualmente lo hizo el vocal Heriberto González Luis sobre distintos aspectos de la cría y venta itinerante de cochinos por toda la geografía tinerfeña, así como lo referente a la personalidad de estos singulares comerciantes de lechones.
En representación del grupo folclórico Los Cochineros de Ingenio intervinieron dos de sus miembros: Juan Pedro Hernández Bravo de Laguna, en calidad de tesorero, y Ramón Morales Quesada como presidente. En sus intervenciones expusieron los eventos que están organizando con motivo del 50 aniversario de la creación del grupo, consistente en actuaciones, exposición y edición de un libro con su trayectoria musical, ilustrado con fotos de las distintas etapas, discografía y un apartado sobre el oficio de la cría de cochinos y venta de lechones a lo largo de la historia.
El cronista oficial de Ingenio dedicó su intervención a exponer aspectos históricos de la actividad y tradición cochinera en la localidad y a la existencia de manifestaciones que hoy se muestran en relación al desaparecido oficio, plasmadas en el contenido de sendos libros escritos por los autores locales Juan Romero Caballero con su novela Gruñidos y serones, y Jesús Sánchez Romero con el reciente Cuentos del Ingenio, la estatua de un cochinero con su burro y serón en una pequeña plaza de la localidad, además de la rotulación de una calle con el nombre de Los Cochineros en el barrio de La Longuera. Completan este apartado cinco capítulos de unos cincuenta minutos de duración cada uno, producido por la televisión comarcal EsteCanal con contenido didáctico sobre la existencia y actividad en el pasado y entrevista a los escasos cochineros que la practicaron; o bien, a sus hijos. A todo ello se añade que la agrupación folclórica Los Cochineros cuenta en su discografía con una canción bajo el título “Semo los cochi”, compuesta por el músico ingeniense Blas Sánchez, y “El tanganillo de los cochineros”. Como dato anecdótico, de manera informal, llamaron al local de los ensayos el chiquero, que da también este nombre al primitivo terrero de luchas y de forma oficial, al actual pabellón cubierto donde celebra sus encuentros el histórico club de lucha Maninidra.
El presidente de la Asociación CUPACAN, Francisco Santana Peñate (Cuko Peñate), habló sobre la actividad, inquietudes y proyectos de colectivos vecinales y la necesidad de que las instituciones oficiales supieran recoger y acompañar sus iniciativas. Cerró el turno de intervenciones el presidente de la Orden del Cachorro Canario, Esteban Guerra de la Torre, con un saludo a todos los participantes, exponiendo la predisposición de la entidad que preside para acoger en su sede cualquier manifestación de esta naturaleza, y añadió sus experiencias personales sobre el trabajo de los cochineros.
En la conclusión de las intervenciones quedó patente, casi de manera sorprendente, el paralelismo de esta ancestral tradición en Ingenio y Los Realejos, coincidentes casi todas las expresiones relativas a la cría y comercio de cochinos, como eran las rutas para su venta por todos los rincones de las dos islas, el pago a los propietarios de los cochinos adquiridos y el empleo del dinero obtenido por las familias en tapar algunos agujeros en la precaria economía de antaño, además de algunas curiosas diferencias como el empleo de mulas y raposas para transportar los lechones utilizado en Los Realejos y el burro y serón en Ingenio. Se puso también de manifiesto el gentilicio cochineros a los habitantes de Ingenio.
Como colofón a la jornada se produjo un intercambio entre los representantes de la embajada realejera y el grupo Los Cochineros de Ingenio, los cuales trasladarán estas conclusiones a las autoridades municipales de Ingenio para canalizar las actividades tendentes a un hermanamiento entre los dos municipios y continuar los encuentros con posibles conciertos, devolución de visita y otras actuaciones destinadas a fortalecer y consolidar el vínculo común que históricamente representa en el campo de la etnografía la existencia de la inveterada costumbre cochinera.