Un proyecto que fue -según declaran- compromiso, sueño y revulsivo: despertar literario para los últimos veinte años del siglo XX. Y crear así un ambiente cultural, para que “Canarias fuese también cultura”. En Tenerife toman contacto con los hermanos Croissier*, con Ernesto Delgado y Álvaro Perdigón. Y la editorial Benchomo se hizo cargo de la publicaciín del primer número (1980), con portada del ilustrador Javier de Sancho; la librería La Educación, de Las Palmas de Gran Canaria, asumió la edición de los números 2 (1981) y 3/4 (1982). En sus páginas colaborarían poetas y narradores de la promoción de los primeros años ochenta en las Islas. Además de poesía y narrativa, publicó algunos ensayos y reportajes diversos sobre temas literarios, en el más amplio sentido. No se redujo, aunque se diera preferencia, a la literatura insular. Veinte años después, cuando Juan Ramón Tramunt regresa a Las Palmas, tras una estancia en Barcelona, se intenta recuperar la publicación de la revista, pero se opta por iniciar una colección literaria, en tres series: Palastro, de poesía, Oceánida, de narrativa, y Rinoceronte de Durero, de ensayo. Se publicaron entonces originales del propio José Ramón Tramunt, de Ángela Ramos, José Luis Correa, Maribel Lacave, María Jesús Alvarado, Dolores Campos Herrero, Noel Olivares o Coriolano González Montañéz*. Hubo, aun en 2012, una nueva salida pública de la colección con Sorimba, de María Jesús Alvarado, y Destellos en el vacío/Lampeios no vazío, de Teca Barreiro.