Debe viajar a Barcelona para ser tratado de una dolencia ocular que, a la postre, lo obliga a abandonar la docencia. Primer Cronista Oficial e Hijo Predilecto de Arucas. En La Voz del Norte (años 1930-1933) publica diversos artículos sobre temas de historia y de arte, bien con su nombre, bien con los pseudónimos Lupercio o M. Durante esos años, completa con abundantes notas el Diccionario de Historia Natural, de José de Viera y Clavijo*, y añade correcciones a la Historia de Canarias, del mismo autor. La obra a la que dedicó mayor atención fue su Historia de la Ciudad de Arucas, que publica primero hacia 1922, en la revista La Salle, conn unas notas sobre los siglos XIV y XVII, con intención de hacer llegar ese conocimiento a los alumnos. Entre 1926 y 1930, redactaría una serie de cuadernos manuscritos “referentes al pueblo y parroquia de Arucas” que quedaron sin publicar pero que, en el año 2005, se encontraron en el legado del deán Caballero Mujica y fueron publicados, en 2017, por la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria y el Ayuntamiento de Arucas, con un estudio del profesor Ramón Díaz Hernández. En 2006 sale su Historia del Seminario Conciliar de Las Palmas. Permanece sin publicar sus Apuntes para una historia de los Jesuitas en Gran Canaria. No llegó a concluir la Historia de San Cristóbal. Su poesía se reúne en la Antología Poética del Licenciado Pedro Marcelino Quintana Miranda, preparada por Francisco Caballero Mujica y Agustín Castro Merello (2002). También es autor de las novelas Fiorina, Aves peregrinas y Aventuras del clérigo don Sebaldo.