Revista nº 1041
ISSN 1885-6039

Entrevista a Moisés Rodríguez.

Jueves, 05 de Agosto de 2021
Moisés Aday Rodríguez Gutiérrez
Publicado en el número 899

El folclore lo han convertido en una competición de lucha libre, donde nos permitimos el lujo de criticar el trabajo de otros compañeros.

 

 

Les dejo esta entrevista de este quien escribe, Moisés Rodríguez, ya que me han propuesto varios amigos que la hiciera, y aquí está.

 

P. ¿Cómo te llamas?

R. Moisés Aday Rodríguez Gutiérrez.

 

P. ¿Cómo empezó tu vinculación con el mundo de la música o baile?

R. Debo echar la vista atrás para recordar mis inicios en el folclore en 1999. Corría el año en cuestión, en aquel entonces se había despertado en mí una curiosidad desmedida por la música en general, oía varios géneros, y recuerdo una cinta cassette de una grabación en directo de Los Panchos, grabado en Madrid. Me gustaba tanto la grabación que la escuchaba continuamente, eso sí, alternándola con una colección de cintas cassette que el periódico La Provincia y el Cabildo de Gran Canaria habían editado en 1993 bajo el título Antología de la Canción Canaria, en especial la tercera pista de la cara B de su primer volumen, "Amor canario”. Esta canción la escuché cientos de veces y despertó mi admiración y respeto por el grupo de la ciudad de la flores, de ahí que desde hace más de 20 años me haya declarado seguidor acérrimo de Los Granjeros. En definitiva, por estas dos cuestiones, y por otras de menor medida, empieza mi vinculación con el mundo de la música y se produce mi ingreso en el GF Los Cebolleros

 

P. ¿Un referente en el mundo del folclore?

R. Aunque en la última década he conocido infinidad de personas relacionas con el mundo del folclore, me costaría mucho quedarme con alguien en particular. Considero que en los diferentes ámbitos que abarca el folclore y las tradiciones hay personas muy versadas y distinguidas, por ello aprovecho para agradecerles nuevamente que hayan compartido conmigo sus vivencias y sabiduría. Quizás voy hablar más con el corazón que con la razón, últimamente me he vuelto más sensible, y me voy a quedar con tres personas que me aportaron diferentes cosas para poder formarme como folclorista: Colacho Rodríguez, todo un icono popular que me enseño muchas cosas,  sobre todo lo que no hay que hacer; Pacuco Molinos, el amor por el folclore y el afán de superación; y Pepe Gil, la sabiduría de la vida, la confianza, la visión de futuro y, sobre todo, confiar en mis capacidades para alcanzar mis metas.

 

P. ¿En qué grupos estás o has estado?

R. Comencé en Los Cebolleros en 1999, en el año 2000 fundé la Parranda de Gáldar “Lo Nuestro”, en 2003 empecé a ensayar con Facaracas (me abrieron la puerta sutilmente y no llegué a debutar) y tuve un paso fugaz por la AF Lairaga del Norte, varias colaboraciones con la AF Hautacuperche de La Gomera y en el  2017 mi gran proyecto junto a otros compañeros: la fundación de Sábor de Gayres.

 

P. ¿Qué funciones desempeñas en los grupos que estás?

R. Ahora mismo soy director y presidente del GF Los Cebolleros y GF Sábor de Gayres. Desde el año 2013 empecé a dirigir Los Cebolleros, eso sí: yo no soy músico ni sé nada de música, me autodefiniría folclorista.

 

P. ¿Cuál es tu grupo preferido de folclore, música popular, etc.?

R. Me gustan muchos grupos en varias vertientes. En la de música de autor de raíz folclórica me quedo con Los Granjeros. En el folclore tradicional: Añate, Parranda La Aldea, Echentive, Los Toledos, Oroval, etc., y Estrella y Guía como institución. Echando la vista atrás, siento predilección por los colectivos ya desaparecidos: Los Viejos de Gáldar, Los Hijos de La Noche, Princesa Tenesoya, Princesa Guayarmina y Los Chincanayros.

 

P. ¿Tradición o innovación?

R. Por supuesto tradición, sería algo incoherente bajo mi punto de vista que una persona que se autocataloga como folclorista eligiese innovación. Lo tradicional es lo que el pueblo ha mantenido durante décadas, con las más que incontrolables modificaciones que han sufrido por la transcripción oral. La innovación es necesaria para crear cosas nuevas. Bajo mi punto de vista, modificar lo que ya está creado y documentado no es innovar, es destrozar. La incorporación de los músicos al folclore tradicional ha servido para mejorar musicalmente a los colectivos de nuestra tierra; sin embargo creo que hemos perdido en tradición, rescates y conservación de nuestro patrimonio cultural, ya que muchos desconocen el folclore y su esencia.

 

P. ¿Estilo o estilismos?

R. Los estilos son la carta de presentación de cualquier colectivo, bailador, cantador, etc. Cuando veo a personas o grupos con identidad propia me gustan mucho, considero que ser diferentes enriquece nuestro folclore. De otro lado debo decir que me parece inaudito que los falsos profetas que están en cierto modo comandando el presente y futuro de nuestro folclore estén implantado modelos estándares; en definitiva, lo que muchos llaman la globalización del folclore.

 

P. ¿5 canciones o bailes tradicionales que te identifican?

R. Los cantos y bailes más espontáneos son los más que me gustan. Me quedo con las canciones de Los Viejos de Gáldar (Isa, Folías, Malagueñas y Polca), una Isa majorera me gusta mucho, hay canciones de autor de raíz folclórica que me parecen extraordinarias (Cabrera y Santamaría, Sindo Saavedra, Antonio Padrón, Manolo Padrón y Pedro García).

 

P. ¿5 discos de folclore que no te cansas de escuchar?

R. La discografía de Granjeros, Por la senda de nuestros ancestros de Los Cebolleros (podría decir que es mi primer "hijo" discográfico), la discografía de Oroval, Echentive y Añate, y cualquier disco antiguo.

 

P. ¿Qué actuación o actuaciones han sido las que te han calado en tu corazón en tu trayectoria musical?

R. En Santa Úrsula en 2017, en el X Festival de "Isla en Isla” de Chimaque, fue un chute de energía y sobre todo mi vuelta al folclore tras un breve letargo. En el año 2000 presentación del espectáculo con Los Cebolleros 30 años de música. La presentación del disco Por la senda de nuestros ancestros de Los Cebolleros en 2015. El festival de Las Islas de Los Realejos y el festival de Gran Canaria en Teror, ambos en 2013, con Los Cebolleros; y todos los viajes realizados son actuaciones imborrables, sobre todo en Nueva Orleans.

 

P. ¿Cómo definirías el ambiente que se vive dentro de tu grupo?

R. El ambiente es muy disciplinado, crear hábito de ensayo es complejo, más aún cuando hay gente que llega de otros grupos. Tras dos años de convivencia hemos logrado hacer ensayos efectivos y llevarnos todos bien respetarnos y ser compañeros.

 

P. ¿Cuál es tu entretenimiento en este estado de alarma?

R. He estado haciendo entrevistas y me embarqué en un nuevo proyecto digital en Infonorte. Además, he pensado y reflexionado mucho sobre cosas dispares, me ha servido para resetearme; un reseteo físico, mental y sentimental. El proceso ha sido por momentos copioso, ilusionante, alegre, triste, eufórico, sentido, apático, personal, solidario, enriquecedor, emprendedor, sentimental, e incluso me ha dado algún palo, de esos que te enseñan a crecer más aún si cabe, también que las personas deben quedar por encima de todo, incluso cuando no te gusta su forma de proceder.

 

P. ¿Qué has echado de menos durante al confinamiento?

R. Sobre todo los ensayos y poder ejecutar todo los proyectos ambiciosos que teníamos preparados para este nefasto 2020.

 

P. ¿Qué será lo primero que harás cuando termine esta situación?

R. Sin lugar a dudas, tomar las decisiones sobre mis pensamientos e intentar recuperar la normalidad.

 

P. ¿Un secreto ahora que nadie no está leyendo?

R. Creo que el folclore lo han convertido en una competición de lucha libre, donde nos permitimos el lujo de criticar el trabajo de otros compañeros, basándonos en nuestros gustos y siendo poco objetivos, olvidándonos de todo el sacrificio que tiene detrás mantener el colectivo vivo. Creo que el mundo del folclore tendría que ser más puro, donde pudiésemos compartir muestro amor por las tradiciones, sin piques, rencores y soberbia. Algunos ven esto como un negocio, solo piensan en ganar dinero, así tenga que pisarle la cabeza y desprestigiar a cualquier compañero o colectivo. Deberíamos reflexionar profundamente en qué hemos convertido las tradiciones de nuestro pueblo en cuanto a las relaciones personales se refiere. En el folclore hay demasiada gente y pocas personas.

 

P. ¿Algo que nos quieras contar?

R. Yo sé quién soy, cuáles son mis capacidades y hasta donde puedo llegar. Estoy curado de juicios gratuitos y sin fundamentos, de esos que sin conocerme se permiten el lujo de criticarme. A ellos les quiero dar las gracias por hacerme sentir importante y darme la energía necesaria para seguir en la brega. Después de más de 20 años en este mundo, no le tengo que demostrar nada a nadie, las demostraciones son para aquellos que necesitan ser reconocidos por la galería. Espero que todos estén bien y que cuando volvamos a nuestras rutinas folclóricas podamos sacar algo positivo de esta situación, siendo mejores personas, yo el primero.

     Cambiado de tercio, creo que mi pueblo, Gáldar, tiene una asignatura pendiente en esto del folclore. Aunque es cierto que hemos tenidos excepcionales folcloristas, cantadores, bailadores, tocadores, etc, seguimos sin tener una escuela de folclore municipal, un ente que se lleva reclamando más de 30 años. Aunque ha tenido intentos fallidos de comienzo, creo que no se han hecho las cosas del todo bien, más allá de decir que hay escuela de folclore. Hay que sentar unas bases y la escuela debe ser inclusiva y no sectorial (o sea, que los cimientos de dicha escuela deben estar en los grupos del municipio que ya la tienen en funcionamiento: sería -bajo mi punto de vista- más fácil y se contaría con un numero destacado de alumnos). Que el folclore no pare.

 

 

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Comentarios
Miércoles, 25 de Agosto de 2021 a las 22:42 pm - victorio díaz marrero

#01 Me ha encantado y he disfrutado muchísimo con las opiniones sobre nuestro folklore del entrevistado. Lo que sí me ha dejado muy, pero que muy sorprendido, ha sido el que en ningún momento , el amigo Moisés-Aday, haya hecho mención ni referencia alguna a dos grupos emblemáticos, pioneros y renovadores de nuestro folklore, como han sido y continúan siendo LOS SABANDEÑOS y LOS GOFIONES. Como decimos los canarios, me he quedado a-no-na-da-do.