Revista nº 1040
ISSN 1885-6039

A.F. Abaicán.

Miércoles, 26 de Agosto de 2020
Moisés Rodríguez Gutiérrez.
Publicado en el número 850

30 años disfrutando del baile tradicional, lejos de las modas y las contaminaciones folclóricas bailables.

 

Viajar en el tiempo y situarnos 30 años antes supone para muchos una enorme nostalgia y satisfacción incalculable por lo acontecido.

 

 

 

 

 
 
Han pasado  casi tres décadas desde aquel mes de septiembre de 1990, una fecha que está grabada a fuego en los anales de la historia del folclore de la ciudad de Gáldar por dos motivos fundamentales: primero por el nacimiento de uno de los grupos independientes de baile más peculiares de Canarias, y segundo por la puesta en valor del baile tradicional de Canarias por un grupo de jóvenes.

 

Desde la aparición de los grupos masculinos a finales de la década de  los años 60 del pasado siglo XX con sus peculiares repertorios, donde las composiciones propias, las innovaciones, la música popular canaria y la música de autor de raíz folclórica estaban en auge, el folclore meramente tradicional estaba como algo de relleno, llevando esto a segundo plano al baile sobre las tablas durante al menos dos décadas; aunque cabe resaltar y aclarar que muchos grupos que venían de la Sección Femenina, y en menor medida otros nuevos colectivos que nacieron, apostaron por tener el baile dentro del seno del grupo, siendo estos como norma general más tradicionales que los meramente masculinos.

 

 

 
En septiembre de 1990 el G.F. Los Cebolleros de Gáldar son invitados por la Casa de Canarias en Valladolid a la Muestra Nacional de Folclore y Gastronomía de dicha ciudad; insertada esta feria dentro de sus fiestas patronales, siendo uno de los platos fuertes, ya que congrega en ella a miles de personas en las dos semanas que dura, aglutinando esta muestra a los mejores grupos regionales y la mejor representación gastronómica de cada comunidad autónoma. Para acudir a un evento de esta categoría donde las demás representaciones, casi en su totalidad, acudirían con baile, la representación de Canarias no podía ser menos; por este motivo se pone la maquinaria en marcha y se logra confeccionar un cuerpo de baile que acompañará a Los Cebolleros en las actuaciones en las que fuese requerido el baile.

 

Aquel proyecto surge gracias a la implicación de Araceli Rodríguez junto a otras personas, pero había que contar con alguien que tuviese experiencia y tablas para la enseñanza. Esa persona existía, además de todo lo mencionado ella había, permítanme la expresión, “mamado” la esencia del baile tras su paso por la A.F. Princesa Tenesoya dirigida por el inolvidable maestro Ignacio Rodríguez, el cual dominaba el baile, toque y canto a la perfección. La persona a la que hago referencia es la inolvidable, sabia, experimentada y transmisora María Dolores Macías Gutiérrez, “Maruchi”.

 

Después de la Muestra Nacional de Folclore y Gastronomía el grupo se legaliza constituyéndose como “Escuela de Bailes Folclóricos de Gáldar”, seguidamente “Animadores del Baile Folclórico de Canarias” y hoy día “Abaicán”. En su afán por alcanzar nuevas metas retoman en el 2004 el proyecto de Bailes de Tambor, con nuevas motivaciones e ilusiones que les lleva a tomar el mencionado nombre de pila.

 

La fundación de este grupo supone un antes y después en el nacimiento de grupos de bailes meramente. Aunque en Gáldar ya teníamos el precedente de “Los Viejos de Gáldar”, me atrevo a afirmar que en Canarias no se constituye legalmente ningún grupo de bailes según el censo del Gobierno de Canarias, por tal motivo Abaicán son pioneros en Canarias en este tipo de formaciones.

 

Como objetivos claros y fundamentales el colectivo se plantea divulgar y enseñar bailes folclóricos, investigar las tradiciones de la zona y colaborar con aquellos grupos que pidan su participación como cuerpo de baile; hechos estos más que demostrables. De lo que sí estoy seguro es de que ellos en 1990 no se pudieron imaginar que contribuirían activamente al rescate, difusión y legado de bailes tan importantes como la Isa Antigua de Gáldar o Isa de Los Viejos, Malagueñas Antiguas de Gáldar o Malagueña de Los Viejos, Baile de la cinta o El Paraguas, etc…

 

 

 

Producto de los diferentes trabajos de investigación de Abaicán son los bailes de tambor como: El Vivo, el Tango herreño, La bajada de la Virgen de El Hierro; El Santo Domingo Gomero, Tajaraste Gomero, Baile de Procesión de La Gomera; El sirinoque, Conde de Cabras, El gorgojito, La danza del trigo de La Palma; el Tajaraste del Amparo, El baile del niño, Baile de Cintas, el Tango Guanchero y Tajaraste de Tenerife; El Sorondongo de El Carrizal, Cantos de tomateras, Cantos boyeros y Cantos de morenas de Gran Canaria; todo ello reflejado en el espectáculo “Tradiciones” celebrado en diciembre de 1997.

 

La vestimenta ha sido otros de los objetos de investigación y difusión, sobre todo en los últimos tiempos, que ha contado con la asesoría del etnógrafo e investigador Lalo Mendoza, gran conocedor del folclore.

 

En el año 2002 montan una exposición interactiva y multimedia, “Señores bailadores...”, sobre la vestimenta tradicional de Gran Canaria de finales del siglo XIX y principios del XX.

 

 

Tras varios años confeccionando un nuevo vestuario bajo la dirección de Lalo Mendoza Cruz , contextualizado entre las últimas décadas del s. XIX y los primeros treinta años del XX, la AF Abaicán presenta el 2 de marzo de 2012 el espectáculo “Arrieros, una vida en el camino”, donde a través de la vida de un arriero y de las voces y las imágenes de diferentes informantes se conoce o rememora cómo se relacionaban nuestros antepasados, vestimenta esta muy peculiar que dejó muy sorprendido al público que se dio cita en el Centro Cultural Guayres de la ciudad de Gáldar.

 

 

 

Su independencia artística le ha dado la oportunidad de compartir escenario y poner bailes a la música de grupos como Cebolleros, Abarekán, El club de la 3ª Edad de Agaete, la Parranda Cenobio, Camino Nuevo, la Parranda del Millo, A.F. Surco y Arado, Los Gofiones, A.F. Lairaga del Norte, A.F. Farallón de Tábata y G.F. Sábor de Gayres. Las colaboraciones artísticas realizadas por “Abaicán” con varios de los colectivos mencionados, plantaron la semilla del baile en estos grupos, haciendo que tiempo después esta misma haya germinado con la adhesión al grupo de un cuerpo de baile propio. Por lo tanto, y de una manera simbólica, Abaicán ha contribuido al nacimiento de nuevos grupos de baile en la zona del noroeste grancanario.

 

 
 
El 20 de julio de 2012 en la Casa del Capitán Quesada de Gáldar, inauguran la exposición “Recorrido por la vestimenta tradicional”, donde se refleja a través de fotos y de prendas los cambios efectuados en el vestuario desde el siglo XVIII hasta principios del siglo XX. Esta misma exposición se mostraría en el municipio de Santa María de Guía en septiembre de 2012 dentro de las fiestas de Las Marías. En el mismo marco, concretamente en el Teatro Hespérides, se volverá a representar el espectáculo “Arrieros, una vida en el camino”. Coincidente con la celebración del día de Canarias de 2016 el municipio de Agaete acoge esta exposición que es aderezada con la conferencia que imparte el hijo de la villa marinera Lalo Mendoza, bajo el título "La vestimenta tradicional en Gran Canaria de finales del siglo XIX y principios del siglo XX".
 
 

 

 

El trabajo de Abaicán se ha visto por televisión, ya que participó en el programa de TVEC en Canarias “Tenderete” que se grabó en la plaza de San Isidro de Gáldar en 2011; en el ya desaparecido programa de la TVAC “Parranda Canaria” en el año 2015, un programa dedicado al folclore de Gáldar y en el año 2017 en el programa “Noche de Taifas”, que se grabó en la inmediaciones de la Iglesia Matriz de Santiago.

 

El grupo en estas tres décadas ha tenido la oportunidad de actuar en la mayoría de los municipios grancanarios, además de llevar sus bailes hasta Valladolid, Madrid, Salamanca, Portugal, Alicante, Tenerife, El Hierro y Fuerteventura. El grupo, en los dos últimos años, ha participado en la romería de Las Marías en Guía y en la de Santiago Apóstol en Gáldar, además de actuar también en los pregones de Cañada Honda en 2018 y de Hoya Pineda en 2019.
 
 

 

Quien ha tenido la suerte de ver bailar a Abaicán ha disfrutado de una forma de bailar que ya escasea en los escenarios de nuestras islas, ya que sólo tienen en cuenta las figuras marcadas por la coreografía que tiene cada canción, pero sin olvidar la impronta que cada bailador le da, prevaleciendo su propio estilo, haciendo del baile lo que antaño fue un lenguaje corporal, una forma de vida e incluso una forma de cortejo.

 
 
 
Las comparaciones son odiosas, y más en esto del folclore. Los  Viejos de Gáldar fueron inigualables en referencia al estilo de bailar, pero cuando se ve bailar a Abaicán parece que se esté viendo bailar a Los Viejos de Gáldar, que según el vecino de Barrial David Román: “el grupo Los Viejos de Gáldar marcó un hito en la conservación de nuestras más hondas tradiciones. Fue la presentación en público y la salida a la calle de aquellos primitivos bailes de "Taifa y Candil" y de última hora, única forma de cortejo y de reuniones sociales de que disponían nuestros mayores”.

 

El nacimiento de Abaicán en Gáldar supuso el eslabón imprescindible que ha hecho que la cadena no se rompa desde la década de los años 90 del pasado siglo XX, este grupo pudo curtirse en primera persona del baile tradicional de Gáldar que habían dejado para la posteridad grupos como la A.F. Princesa Tenesoya en la persona de Maruchi y Los Viejos de Gáldar; de estos últimos pudieron rescatar esos bailes ya mencionados que no dejan indiferente ni al más pintado, siendo los verdaderos  artífices de que estos bailes hayan llegado hasta nuestros días.

 

Más allá de la admiración, cariño y amistad que tengo con Abaicán, quiero felicitarlos por estos primeros 30 años, ya que no es nada fácil durar tanto tiempo; felicitarlos también por disfrutar y hacernos disfrutar cuando bailan, pero sobre todo por no poseer un estereotipo artístico y no estar contaminados por las modas folclóricas bailables, que en Canarias son muy comunes. Sin lugar a dudas es un privilegio contar en pleno siglo XXI con un cuerpo de baile que siga bailando y disfrutando como antaño.

 

 

Hoy es un enorme placer para mi escribir este humilde artículo y felicitarles por tal efeméride. Aprovecho la coyuntura para recordales que no cambien, que sigan haciendo las cosas como las sienten y que no se dejen influenciar por nadie. ¡Ay, que se me olvidaba!, se les echa de menos en los escenarios, necesitamos tenerlos más presentes.

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