La investigadora alemana Barbara Kupka, que ha publicado en febrero su libro La Palma fue también la isla de los cartógrafos en dos versiones, una en español y otra en alemán, presentaba su interpretación de un petroglifo de la estación La Zarcita en Garafía como símbolo de una determinada loma o colina.
Durante una excursión realizada en octubre de 2018, advirtió una loma de relieve poco común llamada EL Lomito (Ilust. 1). Se encuentra directamente junto a la carretera que desciende hacia el barrio de Juan Adalid, entre la Montaña Grande y la Montaña de la Centinela, que se aprecia al fondo de la siguiente imagen y sobre la que se sitúa el especialmente interesante mirador más norteño de la isla.
Al contemplar esta loma de relieve marcadamente estructurado, inmediatamente recordó un grabado meandriforme del Parque Arqueológico La Zarza-La Zarcita en Garafía (véase Ilust. 2), pues en el año 2007 había fotografiado en este lugar un petroglifo que en 1988, cuando aún no se había efectuado la limpieza de los grabados, fue interpretado por Harald Braem como Madre Tierra, una idea fácil de recordar. (Al realizar la limpieza de los grabados, quizá podría exceptuarse siempre una parte, a fin de conservarla en su estado original para futuros métodos de datación).
La Ilustración 3 muestra en primer lugar el dibujo del grabado rupestre que aparece en un panel informativo nuevo en el yacimiento de La Zarcita. A su derecha puede verse el mapa topográfico de El Lomito, en el que las líneas de color marrón representan curvas de nivel, las de color azul barranqueras o surcos de erosión y las de color gris muros (más recientes en la parte alta) y diques de tierra o terraplenes (posiblemente más antiguos en la parte baja). En el margen derecho puede leerse el nombre de la Fuente de La Zarcita, aunque al revés por haberse dado la vuelta a la imagen, encontrándose la fuente, por tanto, en la vertiente Oeste de El Lomito. A continuación sigue una foto de satélite y la ya conocida fotografía de El Lomito.
Para analizar más detenidamente y sobre el terreno las características específicas de esta elevación de El Lomito, resulta más fácil hacerlo ascendiendo desde su parte inferior, ya que esta es más accesible. En primer lugar, se accede a una estructura de piedra que no se apreciaba en la foto tomada desde arriba, en la carretera. Al acercarse, puede verse una estructura de piedras de forma ovalada directamente adyacente a un terraplén o dique de tierra (Ilust. 4). En el interior de la elipse de piedras, y en su parte inferior, existe un segundo círculo de piedras, a un nivel más bajo y con asientos, desde el que puede disfrutarse de una magnífica vista panorámica (Ilust. 5).
Mirando lomo arriba desde el círculo de piedras, se observan en primer plano, y uno tras otro, unos cuatro muros o diques de tierra cubiertos de hierba y, al fondo, el punto más alto de El Lomito, tal como puede verse en la mitad derecha de la foto (Ilust. 6). En el cono de la Montaña Grande inmediatamente llama la atención la gran cantidad de marcadas barranqueras o surcos de erosión. Ascendiendo, se ve a la izquierda y por debajo de un promontorio rocoso un surco o canal de agua labrado en la roca (Ilust. 7, foto superior izquierda). Un poco más arriba se puede observar el principio de una especie de zanja (foto superior derecha) que primero se ensancha gradualmente en dirección ascendente (foto inferior izquierda), ganando después en profundidad y volviendo a estrecharse (foto inferior derecha). La ilustración núm. 8 muestra la vista sobre El Lomito desde el margen de la carretera, destacando especialmente el prolongado surco cuyo recorrido seguimos desde abajo. ¿Podría ser que de alguna manera servía para conducir el agua de la lluvia desde la Montaña Grande hasta los bancales situados por encima del círculo de piedras? Como el relieve de la zona superior de la loma ha sufrido modificaciones causadas por los escombros de la obra de la carretera y por las veredas o sendas de cabras, solo en pocos puntos del área situada entre la Montaña Grande y la parte alta de la loma pueden encontrarse pequeños surcos de erosión cuyo aspecto podría sugerir que han sido labrados por el trabajo humano.
Al contemplar la parte noroeste de El Lomito desde la Montaña de la Centinela, resulta bien imaginable que las zonas accesibles de la ladera, situadas a la derecha de la mayor cueva de esta región (Ilust. 9), así como el posible camino que conducía desde los campos hasta la cueva pudieran haber sido representados por las líneas del petroglifo que aparecen en la parte inferior derecha del mismo. Puesto que la estructura en forma de C de la parte inferior del petroglifo se asemeja a la terminación superior del mismo, posiblemente podría tratarse de zonas situadas en la ladera orientada al contiguo barranco del Domingo Díaz (imagen núm. 10). Por tanto, resultaría interesante obtener informaciones sobre esta región de arqueólogos conocedores de la zona. ¿Podría tratarse efectivamente de una zona de cultivos de los antiguos indígenas?
Esta interpretación de un petroglifo no contenido en su libro fue presentada por la investigadora alemana Barbara Kupka el 13 de febrero de 2019 solo en Santo Domingo de Garafía, al final de la serie de actos de presentación de su libro, esperando despertar el interés de los asistentes por investigar otros grabados rupestres de aquel yacimiento desde el punto de vista de su interpretación como posibles elementos del paisaje del municipio de Garafía.