Muerto el señor Bridoux en Valparaíso, a donde le habían llevado asuntos de negocios, viuda e hija regresaron a Cádiz. Mazzini se dedica a la enseñanza de los idiomas. Se traslada con su hija a Santa Cruz de Tenerife hacia fines de 1852. Mazzini pertenece a la segunda promoción romántica de las Islas. Su actividad en la vida cultural tinerfeña se muestra en su participación en las veladas literarias y artísticas que patrocinan las entidades sociales, muchas con fines filantrópicos. Ella y su hija participaron, además, como actrices en la representación de distintas obras dramáticas; sus poemas pudieron ser escuchados en variadas convocatorias. Al fallecer su hija, Mazzini siguiço su vida pública de una manera más comedida. Eugenio Padorno editó una antología generosa de su obra con el título Ángela Mazzini (1809-1894). Poesía y otros textos (Anroart Ediciones, 2010).