En 1928 publica sus primeras colaboraciones en la prensa tinerfeña y pronto se vincula a los grupos y publicaciones de la vanguardia insular. Aunque publicara ocasionalmente algunos poemas, cultiva de manera preferente una prosa en la que aúna erudición y atrevimiento poético, centrada en lo que denominaría motivos regionales, en una conferencia pronunciada en la Asociación de Estudiantes Universitarios de La Laguna (1930). Días después de ser pronunciada, aparecería en el diario tinerfeño La Tarde, en donde también aparecería su "Geometría del Paisaje". Colabora en la revista Cartones*, con un texto sobre el historiador Juan Núñez de la Peña*. Ha publicado: El poeta y San Marcos (1932), Isla de promisión (1932), texto de la conferencia citada, Las Canarias de Lope (1935), Malvasía y Faltstaff (1941), La poesía canaria del Siglo de Oro (1942), Los trajes canarios de Alfredo Liston (1945), Una imagen intemporal de Santa Cruz de Tenerife (1971) o La isla dilucidada (2004).
Foto: busto del autor hecho por S. Vargas, en la Real Sociedad Económica de Amigos del País de Tenerife