Revista nº 1041
ISSN 1885-6039

La palabra sembrada.

Martes, 25 de Junio de 2019
José A. Neketán Sanz
Publicado en el número 789

En Canarias el punto cubano o la décima improvisada parece haber despertado de un largo letargo. Es ahora cuando más presencia tiene el género, que nunca desapareció de las Islas, aunque es cierto que ha vivido momentos de mayor o menor esplendor o visibilidad.

 

 

No puede continuar pasando desapercibida la recuperación del punto cubano y el papel de los verseadores en nuestra música popular. Este arte efÍmero que se pierde en el tiempo y que combina música y poesía, que sucede en un momento preciso, va ocupando el protagonismo que merece. En Canarias el punto cubano o la décima improvisada parece haber despertado de un largo letargo. Es ahora cuando más presencia tiene el género, que nunca desapareció de las Islas, aunque es cierto que ha vivido momentos de mayor o menor esplendor o visibilidad.

 

Este resurgir hace que cada vez más sean los escenarios que sirven para la difusión masiva de este género y cada vez son más los festivales o iniciativas que nacen en diferentes municipios de Canarias para acercarlo, darlo a conocer y también dar visibilidad a sus protagonistas. En Gran Canaria, Tenteniguada, en Valsequillo; Arucas, Guía, La Atalaya de Santa Brígida e Ingenio, con su festival Verseando con Ingenio, que este año celebró su decimotercera edición, son algunos de los lugares donde la décima espinela va cobrando protagonismo. Además, algunos de ellos se ven enriquecidos con la participación de repentistas llegados desde diferentes partes del mundo, lo que le da una visión internacional de la tradición, además de forjar sólidas relaciones personales y artísticas.

 

Yeray Rodríguez, doctor en Filología, profesor universitario y miembro de la Academia Canaria de la Lengua, es uno de los impulsores de este resurgir del género en las Islas y que han cogido el testigo para que esta práctica continúe viva en la cultura popular canaria, junto al palmero Yapci Bienes o Eduardo Duque en La Gomera, entre otros.

 

A todo esto se suma que comienzan a celebrarse también festivales infantiles y juveniles de verseadores en Canarias y que pronto van encontrando reflejo en diferentes islas. Nuevas citas que sirven para descubrir el inmenso semillero que hay en Canarias, lo que hace que el futuro del punto cubano esté asegurado con la incorporación de niños y niñas que han sido seducidos por la magia de la improvisación y la tradición. Esta nueva cantera está cada vez más presentes en actos públicos y festivales dedicados al género, demostrando su buen hacer y la ilusión que le pone a este difÍcil reto de realizar una décima en poco tiempo elaborada de forma mental. Pero ese arte que tienen para improvisar tiene para este colectivo un importante valor añadido, que es la mejora de las capacidades verbales y de comunicación, además de las ejercitar la memoria.

 

 

Buena parte de que los niños y niñas abracen la décima, recuperando así esta hermosa y enriquecedora tradición, viene de la mano de la Asociación de Verseadores Canarios 8 Sílabas. La institución, que nació con el objetivo canalizar todas las iniciativas que se desarrollan en el Archipiélago, trabaja en la recuperación con un original proyecto educativo que encabeza en Gran Canaria el verseador Expedito Suárez y que se desarrolla en 24 colegios de 14 municipios, llegando a más de 700 escolares y profesorado de Gran Canaria. La metodología está dirigida a que los niños y niñas den rienda suelta a su creatividad verbal a través de décimas, coplas y redondillas, aderezadas con música. Y ahora son ellas y ellos los dueños de sus palabras para expresarse, emocionando con sus rimas nuevecitas y sorprendiéndose al descubrirse como nuevos poetas y verseadores.

 

En estos tiempos de cultura visual, a los emojis y a la economización del lenguaje con palabras recortadas que se ha impuesto en la comunicación por medios tecnológicos le ha salido el mejor de los enemigos para combatirlos, la palabra. La misma que ya empieza a dar sus frutos en el verbo de los menores tras una acertada siembra de la tradición entre los niños y niñas, que poco a poco se van convirtiendo en guardianes de la tradición.

 

 

Artículo publicado previamente en Crónicasgc (jun-jul 2019). Foto de portada: Expedito Suárez en un colegio durante uno de los talleres.

 

 

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