“En mi época de Canarias (…) entra, más tarde, una madrastra que, a pesar de todas mis reticencias a creer en los cuentos de hadas, me confirmó su veracidad, comportándose como las madrastras de esos cuentos”. Abandona entonces Gran Canaria y se traslada a Barcelona, en 1939, para estudiar Filosofía y Letras y Derecho. Pero en 1942 pasa a Madrid, para seguir sus estudios que nunca acabará. En 1944 obtiene el premio Nadal de novela. En 1946 contrae matrimonio con el periodista y crítico Manuel Cerezales. Desde 1947 a 1952, mantiene una intensa relación epistolar con la escritora Elena Fortún. En 1948 obtiene el premio Fastenrath, de la RAE; en 1955, el premio Menorca de novela y, en 1956, el Premio Nacional de Literatura. Viaja a los Estados Unidos, invitada por el Departamento de Estado (1965). Conoce allí a Ramón J. Sender, entonces exiliado; de ese encuentro se sigue una larga y copiosa correspondencia, sobre la vida literaria y sus “reinos belicosos”, en torno al deseo de abandonar la escritura o acerca de la crisis religiosa por la que entonces atraviesa Laforet. Sender la anima a volver a la escritura, pero en 1970 se rompe su matrimonio y, poco a poco, la fobia social creciente y la enfermedad, que en 2004 acabaría con su vida, la apartan definitivamente de la vida pública. A título póstumo, el Cabildo de Gran Canaria le otorga el Can de Plata a las Artes, en 2011. En 2014, el Instituto Cervantes de Nueva York dedica el seminario 70 años de Nada. Homenaje a Carmen Laforet. Autora de numerosos cuentos y artículos de prensa, publica en 1945 Nada, su novela primera que la sitúa entre los primeros escritores de la posguerra; y en 1952, La isla y sus demonios, en donde recupera la memoria y experiencia de sus años en Gran Canaria. En La mujer nueva (1955) aborda una reflexión acerca de su crisis religiosa. De 1963 es La insolación y, en ese mismo año, escribe Al volver de la esquina que no se publica hasta 2004, una vez fallecida la escritora. Esta novela continuaba una trilogía, Tres pasos fuera del tiempo, que nunca llegó a completar. Sus relatos -escritos entre 1952 y 1970- se recopilaron en dos entregas sucesivas: Cartas a don Juan (2007) y Romeo y Julieta II (2008). Suyos son también los libros de viajes: Gran Canaria (1961), Paralelo 35 (1967) o Mi primer viaje a USA (1981). En 2003, su hija Cristina recoge la correspondencia con R.J. Sender, en el volumen titulado Puedo contar contigo (1965-1974); y luego el espistolario con Elena Fortún, en De corazón y alma (2017). De la novela Nada se harían dos versiones cinematográficas: la primera, de 1947, dirigida por Edgard Neville, seriamente dañada por la censura; la otra, dirigida en Argentina por Leopoldo Torre Nilson.