Se publicó en Tenerife durante el año 1984 y sería su valedor, y principal animador, el poeta Carlos E. Pinto*. Con él colaboran, entre otros, los escritores Carlos Gaviño*, Ángel Sánchez*, Gonzalo González o Ángel Mollá. Nació con espíritu polémico, "en contra de la propaganda cultista y también ocultista e igualmente en contra del éxito provinciano". Y su propósito era conectar las nuevas propuestas críticas nacidas en las Islas con los movimientos de la actualidad artística del momento en todo el mundo.