Sin perder ese objetivo primero, se sumó a las actividades del Instituto una atención por los diversos aspectos de la cultura insular, y por los movimientos artísticos y la investigación histórica en un ámbito de mayor de influencia. El Instituto acoge, regularmente, conferencias y seminarios, lecturas y exposiciones, tanto en su salón de actos como en sus dos espacios principales: la Sala de Arqueología de Canarias Luis Diego Cuscoy, embrión del que sería, a partir de 1991, el Museo Arqueológico Municipal; y la Sala de Pintura Contemporánea Eduardo Westerdahl*, coordinada, entre 1953 a 1965, por el propio Eduardo Westerdahl, junto a Maud Bonneaud y Alberto Sartorius, que llegaría a ser Museo de Arte Contemporáneo. Desde 1955, el Instituto también edita regularmente una serie de volúmenes dedicados a la historia canaria y americana, a la naturaleza, la biodiversidad y el cambio climático, así como a la historia del Puerto de la Cruz y del propia institución; sobre el estudioso de la literatura Sebastián Padrón Acosta*, cuya biblioteca tiene su sede en el Instituto, o sobre el profesor Telesforo Bravo. A partir de los años 2000 y 2003, respectivamente, publica las revistas Catharum, de Ciencia y Humanidades y Nexo, de Arte y Humanidades, en donde se acoge la obra jóvenes creadores e investigadores.