Destaca por su labor docente como catedrático de Latín, de Retórica y Poética, de Lengua y de Religión, en el Establecimiento de Segunda Enseñanza tinerfeño (1878). Cofundador del Gabinete Instructivo* (1869-1901), de Santa Cruz de Tenerife. Colaborador de la Revista de Canarias* (1880-1881). Preocupado, asimismo, por explicar el debate entre religión y ciencia moderna, subraya la posible concurrencia de ambos en el pensamiento contemporáneo. Entre sus publicaciones destacan Nociones de Gramática Castellana, conforme los principios filosóficos (1882), Cisma (1888), escritos de varia lección que habían aparecido con antelación en el Diario de Avisos, o Compendio de Gramática Castellana (1895). En La Ilustración de Canarias* publicaría, en 1883, su Descripción del Barranco Chamaco o Badajoz, incluida en el ensayo "El Valle de Güímar".