Revista n.º 1065 / ISSN 1885-6039

Estrategias y usos históricos del agua en Tenerife durante los siglos XVI y XVII.

Jueves, 30 de marzo de 2017
Francisco Suárez Moreno
Publicado en el n.º 672

Para quienes estamos en este mundo sobre la historia del agua en cada isla nos llevamos una inmensa alegría con este tipo de publicación que, aparte de científica, ilustrada y bien editada, aporta cientos de datos y elementos que ayudan a recomponer poco a poco esa historia de síntesis de un espacio geográfico tan singular como el canario.

Portada sobre el libro del agua en Tenerife en los siglos XVI y XVII.

 

 

Se encuentra en las librerías canarias la obra Estrategias y usos históricos del agua en Tenerife durante los siglos XV y XVII, escrita por el investigador don  Miguel Ángel Gómez Gómez, donde se recogen los contenidos más importantes de su tesis doctoral que con el mismo título ha dirigido, en la Universidad de La Laguna, el doctor don Eduardo Aznar Vallejo y que obtuvo la máxima calificación.

 

El libro, publicado por el Instituto de Estudios Canarios en diciembre de 2016, ha tenido la colaboración del Consejo Insular de Aguas de Tenerife y la empresa  canaria Teideagua. Recoge —en sus más de 600 páginas, a todo color, en papel couché y encuadernado en tapas duras en formato de 17 x 24 cm— los aspectos históricos, tecnológicos y antropológicos del preciado bien en los siglos iniciales de la colonización en esta isla.

 

Estamos ante una importantísima obra, distribuida por Le Canarien Ediciones y Lemus, de consulta obligada para el futuro de la investigación, estudio y difusión de la cultura del agua en Canarias, que esta revista aconseja a sus lectores a través del comentario que de la obra hace nuestro colaborador Francisco Suárez Moreno.

 

 

ESTRATEGIAS Y USOS HISTÓRICOS DEL AGUA EN TENERIFE DURANTE LOS SIGLOS XV Y XVII, DE MIGUEL ÁNGEL GÓMEZ

OBRA DE CONSULTA OBLIGADA PARA ENTENDER LA HISTORIA DEL AGUA EN TENERIFE

El estudio de los amplios aspectos que rodean la captación, distribución, almacenamiento, gestión y tecnología histórica del agua en Canarias es una labor difícil de conjunto dado el fraccionamiento insular de Canarias, su singular orografía y los diferentes desarrollos que para cada isla se han dado a lo largo del tiempo y aún en la actualidad. Son muy distintas las situaciones de una parte a otra del Archipiélago, con una islas viejas geológicamente y casi desiertas al Oriente (Fuerteventura y Lanzarote), frente a las húmedas y nuevas en vulcanismo al Poniente (La Palma, El Hierro…); y, para más especificidades, encontramos en cada una de ellas esa gran diferencia del húmedo barlovento al seco sotavento. Difícil, por tanto, para lograr una historia de síntesis completa del agua que solo se logrará con estudios locales e insulares, la microhistoria, esa de la que el maestro de historiadores don Manuel Tuñón de Lara decía en palabras de otro maestro especialista en historia regional, el aragonés Eloy Fernández Clemente: «La historia global que pretendemos hacer no es posible hasta que se hayan realizado suficientes monografías de historia regional»; en nuestro caso, la historia local e historia insular de cada una de nuestras comarcas e islas.

 

Queremos llegar con ello a la extraordinaria valoración que pretendemos hacer, desde nuestra modesta opinión, a la obra recientemente publicada por Miguel Ángel Gómez Gómez, Estrategias y usos históricos del agua de Tenerife durante los siglos XVI y XVII, publicada por el Instituto de Estudios Canarios hace poco. El calificativo no es solo por ser el mejor regalo de Reyes que recibí a través del correo certificado, sino porque para quienes estamos en este mundo del encuentro de fuentes de información sobre la historia del agua en cada isla nos llevamos una inmensa alegría con este tipo de publicación que, aparte de científica, ilustrada y bien editada, aporta cientos de datos de archivos desperdigados que sirven para contextualizar debidamente con la metodología adecuada, elementos que ayudan a recomponer poco a poco esa historia de síntesis de un espacio geográfico tan singular como el canario.

 

Conocimos los trabajos de Miguel Ángel hace varios años cuando llevamos a nuestros alumnos del instituto de La Aldea de San Nicolás por un recorrido cultural en el Norte de Tenerife, cuando casualmente nos encontramos con una magnífica exposición de láminas sobre la Historia del Agua en Canarias que desconocíamos. En aquel momento, a golpe de nota escrita a la carrera, copiamos el nombre del autor, y así contactamos con él y gestionamos traer su exposición a las Jornadas del Agua que cada año se celebra en la Casa Museo León y Castillo de Telde, por iniciativa de un entusiasta del tema como lo es Juan Ismael Santana. Y así entablamos relaciones e incluso recibimos su visita por estas tierras secas del Suroeste de Gran Canaria, donde el agua ha tenido y tiene el valor del oro y para cuya captación-elevación, distribución-almacenamiento y gestión se ha tenido que desarrollar un gran ingenio, y donde Miguel Ángel comprobó algunas de sus arquitecturas y artilugios hidráulicos.

 

Ahora este autor nos ha sorprendido con su tesis y su publicación sobre Tenerife, isla rica en el elemento por el Norte y pobre por el Sur, y rica también en fuentes manuscritas inéditas de este tema, que Gómez ha escudriñado, analizado y expuesto con sabia metodología y arte expositivo en unos siglos tan importantes para la configuración de la formación social (ese conjunto de elementos que conforman en un momento determinado el desarrollo económico e histórico de un lugar) de nuestras islas tras la Conquista. Lo hace considerando el tema del agua como elemento propio y no parte de otros, aunque los otros (agricultura, industria, población, ganadería, etc.) dependan del mismo; porque la memoria de cada lugar de Canarias está íntimamente imbricada con el agua: heredades y comunidades de aguas, arquitecturas de captación (fuentes, pozos y minas-galería), de distribución-almacenamiento (atanores, canales, acequias, tanques, presas…), de ingenierías y artilugios (norias, bombas, motores…), de arquitecturas domésticas (lavaderos, pilas de destilar…) y un largo etcétera que Miguel Ángel recoge en su libro en cuatro apartados: generación de los flujos con sus condicionantes ambientales, captación, succión y almacenamiento, la propiedad y gestión del bien y los aspectos antropológicos e intangibles que se desarrollan en Tenerife en los siglos XV-XVII y parte del XVIII.

 

En definitiva, Tenerife y por ende todas las Islas Canarias están de enhorabuena con una publicación de tan amplios contenidos sobre el agua recogidos en esta obra, sobre la que aconsejamos su lectura y su adquisición.

 

La Aldea de San Nicolás a 21 de marzo de 2017
Francisco Suárez Moreno.

 

 

 

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