Revista nº 1040
ISSN 1885-6039

La invasión frustrada de los EE.UU. a Canarias en 1898.

Martes, 06 de Junio de 2017
Julio Hernández García
Publicado en el número 682

Se trata de circunstancias relacionadas con la literatura militar ante la coyuntura internacional de los acontecimientos de 1898. Canarias era una plataforma flotante idónea por...

 

... La gran historia, en efecto, pasa frecuentemente por las islas; acaso sería más justo, tal vez, decir que se sirve de ellas...

(F. Braudel).

 

... Conozco al Monstruo, porque he vivido en su cubil, y mi única arma es la honda de David

(José Martí haciendo referencia a los EE. UU.).

 

El estudio de nuestra historia más reciente: siglos XIX y XX, nos permite observar cómo -en más de una ocasión- Canarias. Azores y Cabo Verde, han estado en el "punto de mira" de los Estados Unidos de América, pero también en el "punto de mira" de otros países con los mismos afanes expansionistas: Inglaterra, Francia, Alemania... Son los "hermanos mayores” y los "hermanos menores” de que nos hablan los internacionalistas R. Aron y M. Kaplan.

 

¿Por qué esa preferencia por Canarias? Para las citadas potencias, el archipiélago canario ha constituido históricamente una plataforma flotante idónea por varios conceptos: para el avituallamiento de las tropas y como "cabezas de puente” favorable para sus estrategias bélicas. Ciertamente, las Canarias, en distintos momentos de su historia, se han visto -a su pesar y, a veces, sin enterarse- inmersas en las pretensiones imperialistas de tales países y de manera muy concreta en la etapa 1895-98, guerra entre España y los EE.UU.

 

I

Canarias y la coyuntura internacional del 98

1895-98: en estos años, y más concretamente durante 1898, Canarias atraviesa por una fase de gran inquietud e incertidumbre, ante el temor de una invasión por los EE.UU. La angustia y el pánico no solo se refleja en las calles de Canarias y en sus corporaciones municipales, sino que igualmente se contagia a las más altas instancias de la administración central, que decide aprobar en 1898 -para poder hacer frente a los EE.UU.- un presupuesto destinado a instalar cañones en los lugares más estratégicos de las Islas, llegándose a pensar incluso en fortificar las torres de la catedral de Las Palmas y la iglesia de San Agustín. Asimismo, el Gobierno -considerando tales medidas- envía a las Canarias "fuerzas de choque" que arriban en los buques Monserrat, San Francisco y Antonio López; son los batallones Mallorca, Cuba, Luchana y Segorbe, al mando del general Segura.

 

Por otra parte, el Capitán General de Canarias, siguiendo órdenes de Madrid, declara vigente el "estado de guerra" en las Islas y suspende las garantías constitucionales. Los vecinos de Tenerife formaron, por su propia iniciativa, una "Compañía de Voluntarios" para velar por la conservación del orden público y la defensa de la plaza, porque insistentemente corría la voz de que una escuadra de los EE.UU. se dirigía hacia España con tropas de desembarco para Canarias. Finalmente, se conoció en Madrid -a fines de julio del 98- la decisión del presidente norteamericano Mac Kinley que aseguraba que no permitiría desembarco alguno en las Canarias, ni siquiera para aprovecharlas como base de operaciones contra España; no obstante, un periódico tan reputado como el Times inglés, seguía manteniendo la hipótesis de la pérdida de Canarias en el caso de resistirse España a aceptar las condiciones que en la Conferencia de Paz de París quería imponerles los EE.UU. Es lo que más tarde sería el Tratado de París, con una incidencia tan particular para los isleños en Cuba, hasta el punto que algún periódico de las Islas llegó a cuestionar la nacionalidad española de los canarios (aspecto que, en su momento, abordamos en nuestra tesis doctoral).

 

II

La literatura militar

En efecto, si se contempla la historia más reciente de Canarias, es en el 98 cuando se pone -una vez más- de manifiesto la importancia geopolítica de nuestro archipiélago atlántico; es en esta línea de investigación en la que estamos empeñados actualmente ("Canarias: geopolítica y militarización. Siglo XIX y XX") y uno de los apartados que estimamos pertinentes adelantar de tal estudio es el capítulo dedicado a la literatura militar, cuestión inédita en la historia insular. Es una literatura para la defensa de Canarias, que permite conocer aspectos nuevos -y algunos insospechados que no han perdido actualidad-: separatismo; ribetes antimilitares de la población isleña (incluido hasta un cura); Canarias como posible base de operaciones frente al vecino continente africano; clima bélico de entonces (motivado por la temida invasión de los EE.UU.); el peligro que supone la presencia de la colonia extranjera en las Islas, ingleses sobre todo; normas para una adecuada defensa militar de Canarias; necesidad de crear una convivencia cívico-militar, etc., etc. Es, en fin, una literatura militar que tiene precisamente su origen en esa internacionalización de las Canarias.

 

 

Este texto fue publicado previamente en el n.º 4 de la revista San Borondón (agosto de 1984).

 

 

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