Revista n.º 1074 / ISSN 1885-6039

La integración de los canarios de Luisiana en la cultura cajún.

Martes, 20 de septiembre de 2016
Wade Falcon y Felipe Enrique Martín Santiago
Publicado en el n.º 645

Con este trabajo de investigación, los coautores, Wade Falcon y Felipe Enrique Martín Santiago, han logrado superar un gran hándicap, la distancia entre Luisiana y la isla de Gran Canaria, donde reside cada uno. Gracias a las nuevas tecnologías, internet, email, Facebook…, el intercambio de ideas ha sido constante.

Imágenes relacionadas con la cultura cajún.

 

 

De igual forma, ha sido esencial una metodología colaborativa, aportando cada uno sus conocimientos, sus fuentes de información. Dos descendientes de canarios con ganas de conocer, de investigar las vivencias de los antepasados que emigraron a Luisiana, enrolados en el ejército español para poblar y defender los territorios del Mississippi entregados a la corona española. Todo el trabajo colaborativo ha estado bañado en una metodología científica de análisis-síntesis, que le confiere el rigor de todo estudio histórico. La comunicación, al desconocer el idioma del otro, ha sido resueltamediante los traductores digitales. En el análisis y redacción del artículo  en cada idioma, inglés y español, le hemos dado prioridad a la idea que queríamos transmitir.

 

Por todo ello, con esta labor, los coautores inician un camino que pretende aportar su granito de arena a la historiografía de Canarias y de los EEUU.

 

Los Isleños de Luisiana. Se denominan isleños a los descendientes de las islas Canarias que se asentaron en Luisiana, los EEUU. WadeFalcon, coautor del artículo, es descendiente de uno de ellos. Su antepasado Cristóbal Falcón, natural de Telde, en la isla de Gran Canaria, fue reclutado para defender y poblar la tierras cercanas al río Mississippi, acudiendo con su familia y dejando huella en la comarca.

 

El archipiélago canario se localiza entre las latitudes 29 grado N y 27 grado N, en pleno océano Atlántico, cerca de la costa del noroccidental del continente africano, siendo conquistada en el siglo XV por el reino de Castilla, formando parte de España en la actualidad. Entre los años de 1778 y 1784, algo más de dos mil canarios, entre reclutas y familiares, fueron trasladados por orden del rey Carlos III, construyendo cuatro poblaciones que contribuirán a la defensa de Nueva Orleans: Galveztown, Barataria, Tierra de Bueyes (San Bernardo) y Valenzuela.

 

Cuadro de reclutas canarios en Luisiana.

Viajes de los reclutas canarios y sus familiares a Luisiana

 

El Cajún. En la actualidad, gran parte de los descendientes de los canarios asentados a finales del siglo XVIII en Luisiana, están integrados en lo que conocemos como grupo étnico cajún, así reconocido por los EEUU en el año de 1980. El cajún constituye hoy todo un movimiento cultural, fruto del asentamiento en el estado de Luisiana de los acadianos, de origen francés, que fueron expulsados de Canadá por las tropas inglesas, tras la guerra de los Siete Años, entre las potencias coloniales francesa y británica. Aportando una música y gastronomía muy apreciada en los EEUU.

 

La religión católica, esencial en el movimiento cajún. La imposición de una lengua, el inglés, mediante la oficialidad de la misma en las escuelas, es un hecho palpable en Luisiana. La presencia de la lengua francesa durante el siglo XX fue retrocediendo de forma considerable.

 

El fenómeno de la cultura cajún no se entiende sin la presencia de la religión católica, que desde el siglo XVIII fue un factor que favoreció la integración paulatina de los distintos grupos nacionales católicos practicantes que se asentaron en el Mississippi. La firmeza en el mantenimiento de la fe católica por los acadios y canarios, siendo los dos grupos nacionales muy conservadores en sus creencias, favoreció el nacimiento de la cultura cajún. Los afroamericanos, antiguos esclavos en la comarca, se vieron influenciados por el idioma francés, la música y la fe católica, aportando una mayor riqueza al movimiento Cajún. De igual forma, sin la presencia de una mayoría de franceses parlantes en la zona, no se entiende el movimiento cajún. Aunque desde el siglo XX el idioma galo ha perdido su uso en la vida cotidiana. Su presencia en la música cajún se mantiene.

 

El latín misal romano, vehículo lingüístico de integración. Son muchos los factores que influirán en la integración de los isleños en la cultura Cajún. Los inmigrantes franceses parlantes, por razones cuantitativas, impondrán el idioma en el territorio. Desde los que procedían directamente de Francia, que se asentaron en La Luisiana, los acadios que buscaron refugio en el Mississippi, expulsados de Canadá por los británicos, hasta los franceses que tuvieron que huir del Caribe por la revolución haitiana, permitieron crear una zona francófona. De entrada, la diferencia idiomática no facilitaba la integración a corto plazo de los isleños.

 

Junto al factor numérico, los isleños eran una minoría en territorio francófono, que a la larga integrará bajo su dominio idiomático a los habitantes procedentes de las islas Canarias. La asistencia conjunta de ambas comunidades católicas a las liturgias en las iglesias parroquiales, tendrá, junto con la doctrina religiosa, un vehículo lingüístico común, el latín. La misa tridentina (Concilio de Trento), consagrada en latín, fue promulgada en el año de 1570, estando en vigor hasta en año de 1962 (Concilio Vaticano II). En cierta forma, la presencia de un idioma universal católico, favoreció el acercamiento entre las familias isleñas y los acadios. La asistencia a misa bajo la lengua del imperio romano era lo habitual en sus centros litúrgicos de origen, no suponiendo un choque ni a los canarios ni a los acadios, siendo las iglesias parroquiales lugares de encuentro.

 

Es cierto que, en los primeros años del asentamiento de Valenzuela, la elección del lugar de ubicación de la iglesia parroquial fuera un tema de disputa, siendo favorecida la colonia de los acadios. Con el tiempo, superada la crisis, la iglesia favoreció el intercambio entre las dos comunidades. Fruto de este acercamiento son los matrimonios mixtos, que durante el sigo XIX se irán incrementando, siendo un factor clave en la asimilación de los descendientes de los canarios por la cultura cajún. Un ejemplo de ello es la familia Falcon. Con el casamiento entre Domingo Antonio Trujillo y Maria Emerante Landry, el 1 de mayo de 1820 en la iglesia de la Asunción, se celebró el primer matrimonio mixto, canario-acadio, dentro del linaje Falcón. Posteriormente, José Antonio Falcon y Rosalie Landry, el 19 de enero de 1837, uniría aún más la relación familiar de ambas familias, dentro del movimiento cajún que estamos abordando.

 

El factor económico en la integración de los Isleños en la cultura cajún. Un sistema de producción agraria de autoconsumo generaría una menor integración de los descendientes de los canarios con las comunidades asentadas en el Mississippi. El desarrollo de cultivos que pretendían obtener una plusvalía, un beneficio, destinados a los mercados nacionales y a la exportación, desde el algodón a la caña de azúcar, favoreció la integración de los Isleños con los distintos agentes económicos que intervenían en el proceso productivo.

 

La actividad agraria común entre los canarios y los acadios favoreció la integración de los isleños en la cultura de mestizaje cajún. Junto con la religión católica, los intereses económicos comunes fueron tejiendo unos lazos familiares entre los isleños y los acadios, que perviven en la actualidad. De igual forma, el éxodo rural de los isleños hacia las ciudades, conviviendo puerta con puerta con sus vecinos acadios, es otro factor a tener en cuenta en la integración de los canarios en la cultura cajún.

 

Factor histórico-militar. El pertenecer al mismo bando bélico ayudó a la integración de los grupos nacionales asentados en el Mississippi. El apoyo de Francia y España a la Revolución de los EEUU decantó a los canarios, nada más llegar a Luisiana (año de 1779), contra el inglés, enemigo declarado de los acadios, que sufrieron la limpieza étnica ejercida por el Reino Unido al vencer a los franceses en la Guerra de los Siete Años, siendo expulsados de Canadá. Los colonos canarios y los acadios lucharon, desde el año de 1781, en las tropas de Gálvez, contra los ingleses, participando de las victorias cosechadas. Las amistades desarrolladas se reflejan en los primeros matrimonios mixtos que se celebraron en Valenzuela.

 

 

Dedicado a todos los descendientes de los reclutas canarios que lucharon por la independencia de los EEUU.

 

 

WadeFalcon es descendiente de isleños de Luisiana y Felipe Enrique Martín Santiago es investigador e historiador.

 

 

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