Poeta improvisador, recoge coplas populares de transmisión oral. En ellas habla de sentimientos y reflexiones personales o hace una crítica mordaz y reivindicativa de la realidad política y social: analfabetismo, abusos de los caciques y temas similares. Anotó muchas de ellas y, antes de su muerte, las pasaría a un amigo. En 1915 las copia José Quesada Hernández y, más tarde, las transcribirá (1919) José Bethencourt. En 1966, la copia de la familia la recupera Agustín de la Hoz* y las publica, con prólogo y notas: Coplas de Víctor Fernández (1977). Las difundió el folklorista Antonio Corujo que, a su vez, dedica un libro al poeta: Víctor Fernández: un hombre, una isla, un mundo (1990).
Foto: detalle de la portada del libro editado por Agustín de la Hoz