1865-1867, vive la experiencia de la muerte de varios familiares y la enajenación de una de sus tías. Entre 1868 y 1869, colabora con Las Noticias, editado por Alfonso Dugour*. Pasa a Madrid, con su hermano Nicolás. Allí trabaja en la redacción de El Combate (1872). Republicano federal, tras el fracaso de la I República, se exilia a Portugal. Vive en Lisboa, Cascais y Oporto. En esta última ciudad, publica los periódicos Miscelánea Ilustrada y La Floresta de la Juventud (1875). Expulsado, por presiones del gobierno de Madrid, pasa a Inglaterra y a Francia. En París, trabaja para la editorial Garnier como traductor, publica El buen novelista y colabora con Las Noticias, de México, con El Globo, de Madrid, y con la Revista de Canarias*. Años de bohemia con los exiliados españoles (Nicolás Salmerón o Ruiz Zorrilla, entre otros): planean un viaje a pie a Roma que no llegan a concluir. En 1880, ya enfermo, regresa a Tenerife. Entre marzo y agosto de ese año, dirige, con Adolfo Cabrera Pinto y con los hermanos Zerolo*, el bisemanario El Popular, de política y literatura. Entre 1881 y 1882, hace lo propio con Tinerfe, revista de la Logia masónica de Santa Cruz de Tenerife. Funda La Ilustración de Canarias* y el Diario de Tenerife (1886-1917). En 1902 preside la Asociación de la Prensa de Tenerife; entre 1903 y 1904 edita el bisemanario Artes y Letras. En 1913 es nombrado académico de la Real Academia Canaria de Bellas Artes. Como político, será concejal del Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife, vicepresidente del Cabildo de Tenerife (1913) y presidente de esta corporación desde 1915 hasta su muerte. En 1917 marcha a Madrid, para tratar su enfermedad. En 1921, y en su nombre, asume la presidencia del Cabildo Eduardo Tarquis que, en 1926, habrá de sucederlo en el cargo.
Foto: caricatura de Patricio Estévanez hecha por Crosita