Revista nº 1040
ISSN 1885-6039

El Lucas. Reliquia del imaginario festivo canario. (I)

Martes, 08 de Marzo de 2016
Historia de Guía de Isora
Publicado en el número 617

El ritual del Judas constituye una de las expresiones más genuinas del imaginario festivo de las Islas. En Guía de Isora se realiza la cremación de un machango de nombre Lucas que mantiene características comparables con la quema del traidor de Jesucristo.

 

 

 

Introducción. El ritual del Lucas es una ceremonia que forma parte del Carnaval de Guía de Isora (Tenerife). El acto consiste en la preparación de un machango hecho con tela, relleno con papel y vestido con un terno que se pasea por las calles del pueblo hasta un lugar donde se deposita y se procede a su incineración. El Lucas constituye una de las expresiones más genuinas del imaginario festivo canario.

 

La ausencia de estudios acerca de la quema del machango en las Islas y en concreto sobre la existente en Guía de Isora es un contexto propicio para ahondar en algunos aspectos relacionados con el origen de la fiesta y su transformación hasta la configuración actual.

 

La ceremonia se realiza el Miércoles de Ceniza y se asemeja a Entierro de la Sardina ampliamente generalizado en la geografía insular (Barreto,1993). El ritual, aunque conserva sus principales características, ha sufrido un proceso de hibridación con la incorporación de elementos más propios del Carnaval moderno que nada tienen que ver con su origen.

 

En primer lugar, los trabajos dedicados a este tema no solo sitúan la quema del machango como parte del Carnaval sino que aparece en otros contextos como en la Semana Santa (Sábado de Gloria o Domingo de Resurrección) o en las fiestas patronales (San Miguel, La Laguna) (Tabares,1902) utilizando en estos casos el nombre de Judas. Esta dualidad no afecta al contenido de la misma ya que, según Alonso (1985), conserva el mismo significado purificador e idénticos orígenes paganos. Si bien en Canarias todos los ejemplos documentados se desarrollan en el Carnaval, en Hispanoamérica la quema del machango solo está presente en la Semana de Pasión. Ante esta disyuntiva se torna necesario explicar la disparidad de fechas basándonos en el contenido iconográfico de la celebración.

 

La quema del machango en el Carnaval. El Carnaval recrea la victoria de Don Carnal sobre la Cuaresma. Esta hipótesis se concreta en el popular Entierro de la Sardina en el que predomina la exaltación de sentimientos de acuerdo a un código de valores contemporáneo.

 

A continuación, se expondrán los rasgos que estudiaremos en el ritual del Lucas:

• La quema de la sardina como figura humana.

• El significado del fuego y la sacralización pagana de la ceremonia.

• La influencia de la Iglesia ilustrada en la regulación del ritual.

• El significado catequético de la condena pública al traidor de Jesucristo.

• La superposición de una imagen de la Pasión de Jesús y su antítesis caricaturesca.

 

 

La representación de un machango de Judas precede a la del pelele de Carnaval. En este sentido, conviene resaltar que en el Madrid de Goya las mujeres manteaban a un muñeco de paja llamado Judas en la Pascua de Resurrección. En el Sur de la Comunidad convivieron hasta fechas recientes ambos muñecos e incluso el del Carnaval llegó a llamarse Judas (Fraile, 2007).

 

En las Islas la mayor parte de las ceremonias que aún se conservan asociadas al Carnaval se localizan principalmente en El Hierro y Tenerife. 

 

En la Isla del Meridiano, se procedía a la quema de la sardina, un machango que llevaban montado en un burro o a la pela (Leal, 1997).

 

Por su parte, en Tenerife, los rituales de cremación carnavalescos están confinados en la vertiente Norte siendo especialmente importante, por su número, los que se celebran en el valle de La Orotava (Hernández, 1999; Guimerá Peña, 2007). Estos últimos integran un mismo grupo dada su proximidad geográfica, hecho que no impide atribuirle cierto grado de semejanza. Es, pues, un conjunto de quemas cuyo origen se remonta al menos a finales del siglo XIX y comienzos del XX. Entre las que figuran en el municipio de La Orotava observamos cierta asimetría pues, si bien los vecinos del barrio de Pinolere quemaban a San Crispín y los perdomeros hacían lo propio con el Tío Pepe, el casco municipal no celebraba acto alguno para despedir el Carnaval (Luque, 1998). Caso contrario a lo que sucede en Los Realejos, donde, a partir de la década de 1980, se da entierro al Señor Rascayú.

 

En cuanto a las que se celebran en el Noroeste insular podemos destacar la de Masca y Garachico. En la primera localidad no se lleva a cabo la incineración del machango, al que denominan sardina, sino que se despeña al barranco con la intención de acabar con el mal (Lorenzo Perera, 2003). Por su parte, en la actual Villa y Puerto el Carnaval finaliza con la quema de Sansusino, un acto que consiste en la escenificación de la muerte de un monigote de cartón que los vecinos transportan en un ataúd hasta el campo de fútbol donde finalmente se le prende fuego (Acosta,1994). 

 

***

 

La configuración del conjunto de ceremonias tinerfeñas fue realizada por Galván Tudela (1987) y reproducida con exactitud por Guimerá Peña (2007) y Betancort y cols. (2011). Sin embargo, todas ellas excluyen el ejemplo isorano, a pesar de que tal y como sostiene Mesa Martín (2014) se celebró de forma casi ininterrumpida desde finales del siglo XVIII hasta la década de 1960.

 

 

La quema del machango en la Semana Santa. Como hemos señalado en el apartado anterior, la quema del machango tiene lugar en las Islas al término del  Carnaval. Sin embargo, en el ámbito hispanoamericano han sido documentadas quemas en el contexto de la Semana Santa; en el Sábado de Gloria y el Domingo de Resurrección. Estas representaciones de carácter popular consisten en la cremación de un muñeco de trapo al que todos reconocen, a diferencia del  Carnaval, con el nombre de Judas. Esta denominación no es arbitraria pues reproduce, desde la perspectiva católica, la rivalidad entre judíos y cristianos mediante la exposición pública del traidor de Jesucristo (Molinié, 2004).

 

En Canarias existen varios ejemplos de esta modalidad como la quema del Judas que acontece el Domingo de Resurrección en el pueblo grancanario de Valleseco. Con este mismo nombre, encontramos en Tenerife la de Taganana (Alonso, 1985; García Miranda, 2002) y la del Puerto de la Cruz que desapareció en 1885 (Montesdeoca, 1936). En relación a esta última, el cronista Montesdeoca (1936) relata que era habitual proferir insultos al Judas, aspecto que se asemeja a otras ceremonias como la de Tierra Estella (Navarra) (Mariezkurrena, 2003) o la también desaparecida de Los Judeaos en California (Engh,1994).

 

En suma, la quema del machango aparece en las Islas tanto en Carnaval como en Semana Santa. En el primer caso la denominación que recibe el muñeco es significativamente más variada con respecto a la de la Semana de Pasión, en la que el personaje se presenta solo con el nombre de Judas. En cambio en la Península y en la América hispana existe un predominio absoluto de muñecos que reciben el nombre de Judas y se queman el Domingo de Resurrección. Esta modalidad debió estar generalizada en el Archipiélago; sin embargo, en la actualidad solo se conserva en algunos pueblos como Taganana y Valleseco.

 

Método. Se realizó una búsqueda bibliográfica en el catálogo y en la base de datos PuntoQ de  la Biblioteca de la Universidad de La Laguna (BULL), Jable de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria y Biblioteca Virtual de Prensa Histórica del Ministerio de Educación, Cultura y Deporte (BVPH) entre el 1/12/15 y el 1/1/16. Se introdujeron las siguientes palabras clave: “quema” “judas” “pascua” “carnaval” “canarias” “tenerife” “burning” “carnival” “easter” utilizándose los boleanos “AND”, “OR” y “NOT”.

 

Se establecieron como criterios de inclusión trabajos publicados en español y/o inglés, sin restringir las fechas de publicación y pertenecientes a grupos de investigación de ámbito hispanoamericano. Del mismo modo se llevaron a cabo varias entrevistas mediante un cuestionario abierto entre las fechas anteriormente señaladas.

 

Resultados. Se consultaron 41 publicaciones de las cuales fueron incluidas un total de 32 que cumplían con los criterios de inclusión previamente establecidos. Se analizaron 10 libros, 2 tesis doctorales, 18 artículos, 2 recortes de prensa y se incluyeron 4 entrevistas.

 

 

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