La consejera de Artesanía, María Victoria Hernández, estima que estos dechados podrían haber sido realizados coincidiendo con la adolescencia y juventud de Leocricia Pestana hacia el año 1870.
María Victoria Hernández asegura que "esta pieza histórica de carácter único y además rematada con la firma de la poetisa Leocricia Pestana debe ser propiedad de una institución pública como es el Cabildo de La Palma, para con ello, divulgar y apoyar el conocimiento de la escritora. A partir de ahora estos dechados pasarán a ser estudiados y citados en las biografías de Pestana Fierro. Por otra parte, también estamos analizando cuál sería la mejor manera de que este material fuera expuesto en un lugar público dependiente de la institución insular".
"Según la tradición oral ¿explica María Victoria Hernández en su calidad de investigadora- antes de su muerte el 4 de abril de 1926, Leocricia Pestana expresó su voluntad de que se destruyeran sus objetos más íntimos, por lo que, con esta adquisición por parte del Cabildo, podríamos estar ante los poquísimos objetos o quizás los únicos que se conservan de Leocricia Pestana".
Viuda, sin hijos, y conocedora de su relevancia social y cultural, Leocricia Pestana no quería que sus pertenencias circularan después de su fallecimiento; sin embargo sí fue su deseo la donación de su biblioteca particular a la biblioteca Cervantes de la Sociedad Cosmológica y que lo que se consiguiera con la venta de sus muebles se destinara a socorrer a los pobres. A pesar del deseo de Leocricia Pestana, y al no estr debidamente registrada o marcada, el contenido de su biblioteca personal se ha mezclado con el resto de las series bibliográficas de la Real Sociedad Cosmológica y a día de hoy se desconocen los títulos que pertenecieron a la escritora.