En ese viaje, los contertulios quisieron hacer realidad el ideal armónico de una existencia entregada al estudio, a la crítica y al goce de la naturaleza; también del gusto por la vida y sus placeres (bailes y galanteos, paseos y juegos). Allí redactarían también sus lúcidas y muy aceradas Gacetas, en las cuales abordaban y debatían las más diversas cuestiones ideológicas del momento. El grupo de tertulianos, al decir de don Lope de la Guerra, cronista en sus Memorias de aquel viaje a Daute, se hallaba compuesto por don Tomás de Nava, Marqués de Villanueva del Prado, don Juan Antonio Franchy, don Fernando Molina, don Juan de Urtusáustegui, don Agustín de Bethencourt*, don Gaspar y don Francisco Franchy, don José de Viera y Clavijo*, don José de Llarena, don Bernardo Valoix, el propio don Lope y un hermano suyo. Partieron de La Laguna el 11 de julio del año citado, llegaron a Daute cinco días después y se instalaron en la finca hasta el día 27 del mismo mes en que iniciaron el viaje de regreso, para llegar a La Laguna en la noche del día 31.