A continuación y por su interés, referimos un artículo publicado por Benito Cabrera en Diario de Avisos en su sección “Va por el aire” el 21 de abril de 2012.
Nos parece que la cuestión del cantante-estrella es un fenómeno reciente para algunos canarios, que han llegado a conquistar las radio-fórmulas y a los que tocó esa ráfaga feliz y efímera que llamamos éxito. Pero hubo otros isleños que pasearon palmito por la pasarela de los hit parade, fueron portada de revistas y referentes para una juventud internacional, que cantaba y bailaba sus canciones.
Uno de esos casos es el de Luisa Pérez Cabrera. Nació en la Calle La Porra, de Arrecife, en la década de 1930. A los 14 años partió para Madrid a vivir con unos familiares y allí conoció a su novio, Miguel Galindo, un guitarrista jaenés que había creado con sus hermanos el trío Los Galindos. Sorprendido por las dotes vocales de la joven lanzaroteña, le propuso formar parte de su conjunto. Adoptó para su nombre artístico el segundo apellido de su padre y, desde entonces, los ya indisolubles Luisa Linares y Los Galindos comenzaron una carrera fulgurante, basando su sonido inicial en la copla y la canción española, con incursiones posteriores en el pop. Grabaron alrededor de unas cincuenta canciones con sellos como Columbia, Iberofón, RCA y Belter. El primer éxito del grupo, allá por 1954 fue A lo loco, que vendría secundado por otros temas que los catapultaron a la fama: De tu novio qué, Hay quien dice de Jaén, Me gusta mi novio, Dinero al bote… Un sonido y un repertorio que les hizo mantenerse en primera línea de popularidad durante las décadas de los 50 y los 60 del siglo XX, con numerosas giras por Sudamérica y muchos miles de discos vendidos. En el año 2008, el Ayuntamiento de Arrecife decidió dedicarle una calle en su ciudad natal, como único homenaje público que los canarios brindamos a esta cantante, hoy olvidada.