En esta ciudad recibe instrucción primaria en el Asilo Victoria y, ayudado por una familia notable, consigue completar estudios de secundaria y aprender inglés, además de hacer estudios de música. Trabaja como empleado en una firma exportadora. Su afición por la literatura ocupa, sin embargo, la mayor parte de su trayectoria personal. En sus relatos y en sus poemas expresa las sucesivas dificultades con que tropieza para lograr su plena integración social; así como la rebeldía ante una vida monótona y gris y el reiterado deseo de romper con todo y abrir camino hacia una nueva vida. Amores imposibles o difíciles completaron la atmósfera existencial de la que se sentía rodeado. Colaborador de la revista Tenerife Gráfico, esta publicación incluyó, en 1951, el último poema escrito por el autor. Su poesía fue apareciendo, sucesivamente, en los medios locales, entre 1942 y 1949. Es autor también de la comedia Ofelia y Armando, parodia del teatro clásico, y de la novela Renunciación (1945) que corrige, una y otra vez, hasta su versión definitiva de 1949. Además de intervenir en algunas de las actividades teatrales del Círculo de Bellas Artes*, de Santa Cruz de Tenerife, el escritor trabó contacto con sus coetáneos de la generación literaria de la posguerra civil, o generación del bache: Luis Montelongo* o Manuel Castañeda*, Rafael Arozarena* o Víctor Galtier*, Enrique Lite* o Julio Tovar*, entre otros. Como sucediera con Galtier y Herráiz, la enfermedad lo llevaría a una muerte prematura. En 2017, Octavio Rodríguez Delgado publicó una recopilación de la obra de Díaz y Díaz.