El trabajo del historiador muestra claramente su afán investigador, su deseo por contar las cosas tal y como fueron; y, sobre todo, Agustín Millares llama a las cosas por su nombre, precisamente en un mundo actual tan lleno de eufemismos donde parece que decir la verdad todavía molesta. Sin embargo, el libro recién editado es tan denso que de sus páginas lo que se desprende es el intento de expresar claramente unos desagradables sucesos. Y de eso sabe un rato largo Agustín Millares Cantero. Confieso, improbables lectores, que los libros de historia no son mi fuerte; sin embargo, en esta ocasión el autor nos acerca a unas vidas con nombres y apellidos completos, y a unas circunstancias que siempre parecen quedar en el olvido. Cuando los mayores que lucharon y sufrieron la guerra civil hablan de esa etapa, recuerdo que bajaban la voz después de mirar a los lados; aunque estuviesen en sus propias casas. Y también recuerdo las recurrentes lágrimas por sus mejillas.
Pero esta vez el libro de Agustín Millares no habla en voz baja: habla en el tono exacto y preciso de un trabajo realizado desde el rigor histórico más absoluto. Sin estridencias y sin aspavientos. Cuenta lo que investiga, y lo que indaga es mucho, muchísimo. En diez apretados capítulos desgrana la vida de mujeres que un día fueron luchadoras por la libertad; y al hablar de ellas, también habla de los vencedores y las torturas y las mentiras y las palizas y las falsas delaciones y...
No obstante, al autor lo que le interesa es dejar constancia de que hubo una época, una historia, unas historias personales, que no deben quedar en el olvido. No puede ser que los vencedores de entonces ganen el pulso a la Historia, sobre todo, porque ya esta no se puede cambiar. Tengo para mí que el autor es un minucioso y meticuloso "explorador de hechos históricos". Este libro da muestras sobradas de ello. Porque está hecho a conciencia. Pero también considero que el libro de Agustín Millares Cantero no es solo un libro: es un libro lleno de libros. Si se acercan a él, improbables lectores, comprenderán lo que les quiero decir. En cualquier caso, les recomiendo esta historia de mujeres, tan cercanas y tan olvidadas. Y lo recomiendo para así darle una patada en el trasero al impertinente olvido.
Que no es poco.