Revista n.º 1064 / ISSN 1885-6039

"Tragedia del Valbanera": unas décimas.

Viernes, 26 de septiembre de 2014
Francisco Javier Viamontes Correa
Publicado en el n.º 541

En estos días que vuelve a ser actualidad la tragedia de El Valbanera por la presentación del libro de Mario Luis López Isla, rescatamos unas décimas inspiradas en este suceso histórico de nuestro colaborador cubano de raíces canarias Viamontes Correa.

Detalla de la portada del libro de Mario Luis López Isla sobre El Valbanera.

 

 

 

(Para saber más del autor y leer más décimas suyas, pincha aquí)

 

 

 

TRAGEDIA DEL VALBANERA

 

En busca del buen camino

Y de un futuro mejor,

En los barcos de vapor

Cuba era el magno destino.

Isleños de tono y tino,

Alegres y emprendedores,

Con sus aperos mejores

Vinieron a Cuba bella,

Donde sembraron la estrella

Genuina de sus fulgores.

 

En el barco Valbanera

Llegaron a Cuba un día,

Brotes de la sangre mía

Con adiós en La Gomera.

Lástima que el viaje fuera

Una funesta comedia,

Nadie las penas remedia,

Solo silencio y memoria,

En el mar quedó la gloria

De aquella voraz tragedia.

 

Entre Santiago y La Habana

Había un formidable sol,

Más se tornó el arrebol

En tormenta casquivana.

El mar bravío no desgana

Su apetencia traicionera,

Y se tragó al Valbanera

Con carga tan dolorosa,

Y hoy en el fondo reposa

Para la verdad postrera.

 

Y de aquel infausto viaje

Solo algunos se salvaron,

Los que en Santiago bajaron

Y los demás son oleaje.

La tormenta causó ultraje

A ilusionados isleños,

Llenos de ansias y sueños

Que en tan fatídicas horas,

Enterraron sin demoras

Sus malogrados empeños.

 

El naufragio fue famoso

En Canarias y La Habana,

Dio luz a curiosa y sana

Página de arte jocoso:

Pedro Tocino, el Dichoso,

Quiso en Santiago probar

El Bacardi y en un bar

Olvidado se quedó,

Y así fue como salvó

El pellejo por azar.

 

Han pasado muchos años,

Aun el dolor es  latente

En el latir recurrente

De los pasos y peldaños.

Recuerdos y desengaños,

Herencia, clamor, desdén,

En barco, en avión, en tren,

A pie o en corcel veloz,

Cuando se apaga la voz,

El cuerpo muere también.

 

El ruido del mar, el ruido

De las olas en las rocas,

Semejan miles de focas

Aullando cual perro herido.

Un navegante perdido

En las brumas del azar,

Es un antiguo cantar

De sirenas y gaviotas,

Desde regiones ignotas

Y más allá canta el mar.

 

Francisco Javier Viamontes Correa

Uganda, 27 de junio 2013.

 

 

 

La foto es un detalle de la portada del libro Valbanera. Réquiem por un naufragio de Mario Luis López Isla.

 

 

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