I. Antecedentes
Cuando se nos propone participar en el Programa de Educación Patrimonial: propuestas creativas desde el espacio educativo, a quienes suscribimos este escrito no nos supuso ningún reto nuevo, si bien significó, como veremos a lo largo de este artículo, un apoyo importantísimo a la labor que durante años venimos desarrollando primero desde la especialidad de Delineación Artística y luego desde el CFGS de Modelismo y Maquetismo.
Hay que hacer constar que la documentación e informes que contiene este artículo es sólo un primer esbozo de un trabajo más amplio y completo que continuamos realizando, y que previsiblemente estará finalizado en marzo de 2007, y que formará parte del dossier que la Escuela de Arte Pancho Lasso presentará con la propuesta creativa dentro del Programa de Educación Patrimonial para el curso 2006/2007.
Hace ya dos décadas que la Escuela de Arte Pancho Lasso, antes Escuela de Artes Aplicadas y Oficios Artísticos, se sumó a un proyecto tan ilusionante como atrevido. En 1988, siendo jefe del Departamento de Delineación don Enrique Delgado y director del Centro don Santiago Alemán, se firma un convenio con el Cabildo de Lanzarote, bajo la presidencia de don Nicolás de Páiz, que básicamente consistía en el inventariado del patrimonio arquitectónico de interés histórico con el levantamiento de planos y la realización de maquetas. Así, y hasta la fecha, se ha concluido la arquitectura religiosa y militar, y se encuentra pendiente de la firma de la fase correspondiente al patrimonio etnográfico y de ingeniería popular. En este contexto, se edita el primero de los tomos propuestos, Lanzarote Arquitectura Religiosa, respaldado por el trabajo histórico del profesor Francisco Galante Gómez. Pero todo este trabajo se encuentra deambulando, sin lugar fijo, a merced de que los avatares políticos le den más o menos importancia, desempolvándose de cuando en cuando si surgen determinados eventos relacionados con el patrimonio. Entonces, aparecen como algo nuevo en aeropuertos, conventos reconvertidos en museos, o en las salas de hoteles donde se celebra algún congreso.
Estos trabajos han convivido con otros que en la misma línea se han desarrollado en colaboración con el Ayuntamiento de Tías, la Casa de los Volcanes de los Jameos del Agua, o el llevado a cabo con el Centro de Interpretación de los Vientos de Tiscamanita, en la isla de Fuerteventura, entre otros. Todos ellos nos han situado a maestros y alumnos/as en una dinámica de participación activa y de contacto directo con la problemática relacionada con el patrimonio en todas sus variantes.
La situación en la que se encuentra el trabajo realizado para el Cabildo de Lanzarote, nos mantiene en una lucha constante por sensibilizar a los responsables del área, para que se busque una ubicación definitiva a estos trabajos y, principalmente, para que éstos cumplan con la función que originó aquel convenio y que no era otro que la valoración y difusión patrimonial.
I.1. ¿Por qué en el núcleo de Haría? Desde el siglo XVI, dentro de la jurisdicción única de la isla de Lanzarote, se fueron creando una serie de curatos que fueron estructurando el territorio insular en demarcaciones eclesiásticas que en su mayoría datan del siglo XVIII, y que ya en el siglo XIX fueron el origen de los modernos municipios.
Después de Teguise, el primer núcleo que obtuvo cierto rango de carácter territorial fue Haría, cuyo nombre tiene un tratamiento resaltado en el plano de Torriani. A finales del siglo XVI contaba con 20 vecinos y en 1631 contaba con 60 vecinos, aunque se hace referencia más a una comarca que a un núcleo, permaneciendo en el segundo puesto de la isla hasta finales del siglo XVII, que contaba con 540 habitantes en 1688. En 1631 se estima la creación de la parroquia de Nuestra Señora de la Encarnación. Su ubicación al Norte coincide con la tendencia general en Canarias de un primer desarrollo de las localidades septentrionales, normalmente, con más posibilidades agrícolas debido a la mayor presencia de agua. Por tanto, se puede considerar que a lo largo del siglo XVI y XVII Haría es el primer núcleo de cierta importancia en la isla, después de Teguise, aunque a gran distancia de ella.
Durante el siglo XVIII, Lanzarote asiste a la mayor transformación de su territorio con la erección de nuevos curatos y el evidente desarrollo y aumento demográfico de otras zonas insulares, lo que ocasiona la pérdida relativa de importancia de Haría en Lanzarote. En 1833, la isla tenía ocho municipios (los siete actuales más Femés), ocupando Haría el tercer lugar detrás de Teguise y Arrecife, con una población de 2195 habitantes.
El siglo XX fue el de la fuerte irrupción del turismo, fenómeno que se desarrolla a partir de los años sesenta y del que Haría queda prácticamente al margen. En las últimas décadas, Haría contempla inmóvil cómo la isla se ha ido transformando, tanto desde el punto de vista territorial como social y cultural, marcado por el desarrollismo que se impone en torno al sector turístico, pero que en la última década, con la falta de iniciativas inteligentes que armonicen el desarrollo y la defensa de los valores, han situado al núcleo en un punto de estancamiento, sin posibilidad de salidas para las nuevas generaciones que se ven obligadas a emigrar a los núcleos de la costa o a otros municipios. En este contexto, esta propuesta pretende ser un elemento de dinamización de la economía local, entendiéndola dentro de un conjunto de medidas que van desde la creación de un eje verde estructurante donde se encuentran unos seis senderos tradicionales y un camino real, la creación de un Centro de Interpretación de la Flora, el Museo Sacro, la casa de César Manrique, el mercadillo de artesanía, la amplia plaza arbolada, bares, restaurantes, casas rurales, etc. Todo ello dentro de un conjunto histórico de acuerdo a un desarrollo sostenible y la puesta en valor de nuestro patrimonio, de modo que todo el núcleo sea una oferta cultural de ocio y esparcimiento única.
I. 2. De la edificación. Se trata de una casa de carácter señorial destinada a vivienda, de una sola planta con sobrado, patio interior y cubierta plana. Posee una vidriera sobre la puerta que abre hacia el patio y fachada con disposición simétrica y vanos adintelados, con una puerta central y cuatro ventanas de guillotina, contraventana de tres hojas y antepecho. Una barandilla de madera recorre la cornisa rematando la edificación. Cuenta con una chimenea de forma bulbosa, construida posiblemente en el siglo XIX y en un estilo marcadamente neoclásico. Entrada ajardinada con dos pilastras y cancela de madera, y un vallado de hierro incrustado en madera con remate de flecha. Linda en su fachada principal con el camino real que se encontraba empedrado y del que se conservan algunos tramos. Debemos decir como anécdota que parte del empedrado de este camino fue mandado a levantar por la señora ya que su marido tenía problemas de locomoción. La propiedad cuenta con una extensión de terreno de aproximadamente 8000 m2.
La casa fue propiedad de doña Isabel Luzardo, esposa de don Joaquín Curbelo. Doña Isabel Luzardo estaba considerada en el municipio como una persona generosa ya que, pese a ser una potentada de la época, su trato con la servidumbre nunca se apoyó en el menosprecio, llegando a construirle casa a casi todas las familias que trabajaban para ella. De tal modo que, la mayor parte de las construcciones circundantes de la casa objeto de esta propuesta, fueron mandadas a construir por ella para sus trabajadores. Contaba también la casa con un hermoso huerto denominado El huerto de la Virgen, ya que toda su producción era destinada a la Virgen en forma de obras benéficas o apoyo a la parroquia. Cabe señalar que las campanas de la Iglesia de Nuestra Señora de La Encarnación de Haría fueron donación suya. El edificio se encuentra en estado de abandono y en un momento crítico a partir del cual, si no se actúa con cierta celeridad, su recuperación sería económicamente inasumible.
II. Objetivos y valores educativos del Programa y la propuesta creativa
Aunque en un principio la Casa Isabel Luzardo se propone como un museo del patrimonio arquitectónico, etnográfico, arqueológico y de ingeniería popular de Lanzarote en miniatura, el desarrollo de la primera fase de este proyecto ha ido poniendo de manifiesto la necesidad de sacarle un mayor partido, tanto por las posibilidades que ofrece la edificación como por las variantes de protección y reconocimiento patrimonial que ha afectado al núcleo en el que se ubica (Haría), que en los últimos tiempos ha recibido vía libre para la tramitación del expediente de Bien de Interés Cultural (BIC) en la categoría de Conjunto Histórico. Ello ha abierto un abanico importante en la propuesta inicial, por lo que a los objetivos primeros hay que añadirle la recuperación y difusión del patrimonio cultural en un sentido más amplio: recuperación de labores campesinas y marineras en peligro de desaparecer, oficios tradicionales, artesanías, costumbres, etc.
Así, tras el desarrollo de la primera fase, se propone este proyecto como un Centro de Difusión o Interpretación Patrimonial. No se trata, por tanto, de un centro muerto en el que el visitante de manera pasiva observa expuestos elementos de nuestro patrimonio, sino que, el visitante, además de contar con la exposición de maquetas, paneles informativos, dibujos de campo y planos, contará y participará de actividades en vivo como lo puede ser la trilla, la molienda, el oficio de la cal o juegos autóctonos como el del palo; además de la proyección de vídeos sobre todas aquellas actividades que formaron parte de nuestro pasado, aquellos elementos que forman parte de nuestro acervo cultural tales como la trilla, el trabajo de la cal, la molienda, etc.
En este espacio cultural tendría una importancia primordial la visita de escolares y estudiantes de todos los niveles, la participación en estudios históricos, arqueológicos, etc., haciendo hincapié en la función difusora del mismo.
Se pretende, por tanto, la puesta en valor del núcleo de Haría mediante la incentivación del mismo, resaltando todos aquellos aspectos de nuestro acervo cultural de Lanzarote que puedan ser recuperados, desde los arquitectónicos a los etnográficos, como usos, costumbres, labores tradicionales, artesanía, etc., definiendo la Casa Isabel Luzardo como centro difusor, pero entendiéndolo como un elemento más en esta iniciativa de desarrollo local.
Desde el punto de vista didáctico, se pretende una dinámica de integración del alumnado en el entorno insular para estimular el conocimiento y la participación de nuestros jóvenes en la conservación del patrimonio, para ir sembrando la semilla del respeto a los valores propios de nuestra cultura, respeto que permita el mantenimiento futuro de nuestra identidad como pueblo.
La propuesta educativa se divide en dos fases impuestas por la dificultad inicial de acceso a la información interior del edificio, y las limitaciones de carácter temporal. Así, en esta primera fase, se ha realizado un estudio somero de las necesidades, se ha diseñado toda la señalética del museo, y se ha realizado a modo de ejemplo de lo que se expondría en ese espacio cultural, un trabajo sobre el gofio, con la construcción de varias maquetas; dejando para una segunda fase el proyecto básico del Centro de Difusión Patrimonial, la ampliación del estudio histórico, una segunda propuesta de señalética e imagen corporativa, y un audiovisual de la propuesta creativa.
Maqueta de una casa tradicional
III. Metodología y estrategia de trabajo
En la propuesta participaron el Ciclo Formativo de Grado Superior de Modelismo y Maquetismo, y los Departamentos de Dibujo Artístico, Historia, Gráfica Publicitaria y Fotografía, lo que nos ha permitido afrontar el trabajo con un notable apoyo interdisciplinar, coordinado desde el Ciclo de Modelismo y Maquetismo.
Elegido e tema del proceso de elaboración del gofio como base para el desarrollo de la primera fase de la propuesta, nos planteamos el estudio dividiéndolo en dos apartados: el primero estaría relacionado con la limpieza del grano, trilla y aventado, y el segundo con el tueste y la molienda. Además, y dada la implicación del Ciclo de Gráfica, hemos asumido la señalética que llevaría el futuro Centro de Difusión Patrimonial.
Maqueta de una molina, de una tahona y casa tradicional. Son algunos de los ejemplos de los elementos patrimoniales que estarían expuestos en el Centro.
III.1. Documentación e investigación. Las distintas visitas y charlas con personas mayores relacionadas con el mundo agrario tradicional (campesinos, camelleros, molineros, etc.), han sido la principal herramienta de trabajo, no sólo por los datos aportados sino fundamentalmente por el hecho de compartir la experiencia de los mismos. Una experiencia que es el fruto no sólo de las vivencias personales, sino el resultado de procesos de aprendizaje intergeneracionales, lo que ha situado a nuestros alumnos, y así lo han apreciado, ante verdaderos maestros, poseedores de una enorme cantidad de conocimientos difícilmente transmisibles en unas pocas conversaciones y, probablemente, los últimos exponentes de un saber popular que se perderá por la desidia y la dinámica de una sociedad más preocupada por el desarrollo económico que por la conservación de valores, costumbres y tradiciones, aunque sólo sea como elementos de identidad. También contamos con la colaboración de la Unidad de Patrimonio Histórico del Cabildo de Lanzarote, teniendo acceso al informe para la declaración de parte del núcleo de Haría como Bien de Interés Cultural (BIC) en la categoría de Conjunto Histórico y dirigido por don Sebastián López García. También se contó con la experiencia desarrollada desde la asociación cultural movimiento vecinal Alternativa Democrática, quienes llevaron a cabo la actividad y la realización del DVD De la tierra a la pella, en la que se realizaron todas las actividades tradicionales que intervienen en el proceso del trigo, desde la siega, el transporte a la era, la trilla y aventado, el tueste y, finalmente, la molienda. Actividades éstas en las que participaron alumnos de la Escuela de Arte Pancho Lasso.
Todo este cúmulo de información directa se ha visto enriquecido con la visita a museos, como por ejemplo al Museo Etnográfico El Patio de la familia Barreto, donde se cuenta con un importantísimo acopio de elementos, útiles, herramientas e ingenios representativos del mundo rural. También contamos con charlas, y la colaboración de Sanjo Fuentes, que supuso un apoyo tanto desde el punto de vista del conocimiento del patrimonio arqueológico como en el asesoramiento para el desarrollo de la propuesta creativa.
Maqueta de una molina
III.2. Colaboraciones Interdisciplinares. El Departamento de Dibujo Artístico con don Santiago Alemán y doña M.ª José Anca al frente, asume un precioso trabajo de campo con apuntes y dibujos del natural. También han participado e Departamento de Historia, a través de sus profesoras doña Dolores González, doña Carmen Gloria Marrero y doña Carmen González, y los alumnos del Ciclo Formativo de Modelismo y Maquetismo que se han involucrado en el estudio histórico que justifica que la propuesta se haga en un núcleo concreto y en una edificación específica, tal y como se razona a lo largo de este artículo.
Ha quedado para la segunda fase del proyecto el estudio histórico-artístico de la edificación, en el que se analizará detalladamente el estilo, las características y cuantos datos sean de interés para el inventariado del edificio desde el punto de vista de su valor patrimonial. Datos que serán remitidos a la Dirección General de Patrimonio Histórico del Gobierno de Canarias para su consideración en el catálogo de bienes de interés arquitectónico, ya que apenas existen en el mismo datos de más relevancia sobre esta construcción.
El Ciclo Formativo de Gráfica Publicitaria, a través de sus profesoras doña Julia Sosa y doña Sonia Hernández, asumieron la señalética y la imagen corporativa, realizando además sábanas y otros indicadores para las fachadas, y diversos dibujos de los alzados con la propuesta elegida.
El Departamento de Fotografía Artística, con su profesor don Javier Alonso y don Jesús Gigante, asumió el montaje audiovisual de la propuesta y la parte de la fachada del edificio. El desarrollo de todo el proceso se ha ¡do fotografiando para realizar una presentación en PowerPoint del trabajo realizado, y un vídeo informativo de la propuesta en la que se hará un recorrido por el Centro de Difusión Patrimonial.
Desde el Ciclo Formativo de Grado Superior de Modelismo y Maquetismo, con la coordinación de don José Pérez Dorta, que es a su vez el coordinador de la propuesta, se afronta el trabajo desde los distintos módulos con la realización de los croquis y el diseño del proyecto de ampliación, así como la realización de tres maquetas que se relacionan entre sí: la primera con la escena de una trilla, la segunda se trata de una reproducción de un molino de mano, y la tercera la reproducción de una tahona. De las tres maquetas, la que sin lugar a dudas encierra mayor dificultad ha sido la de la tahona. Se trata de la reproducción de una tahona que se encuentra en Yaiza en un estado de franco deterioro, aunque afortunadamente con los suficientes datos legibles como para proceder a su reproducción a escala y con todo detalle. Sólo para algunos elementos ya desaparecidos como la tolva, hemos tenido que rescatar la información de otras tahonas mejor conservadas. En estos momentos, y dado el proceso de abandono de la misma, nos encontramos con que esta reproducción es la única información fiable para que un día se pueda restaurar esta obra extraordinaria de nuestro patrimonio. La toma de datos fue una de las fases más interesantes del trabajo, ya que su estado nos forzaba a reconstruir los trozos deshechos para conformar el conjunto, obligándonos, en primer lugar, a conocer su funcionamiento para posteriormente razonar su configuración.
La realización de la maqueta también encerró cierta dificultad al no tratarse de una maqueta formal, sino de una reproducción a escala, lo que implica la utilización de los mismos materiales ya sean maderas o hierro, y el ajuste perfecto de modo que la maqueta funcione de igual forma que en la realidad. Tal es así que si de la información de las ruinas hemos sacado este trabajo, la operación puede invertirse y de este trabajo se pueden sacar los datos necesarios y absolutamente fiables para reconstruir el original, en caso de que, como nos tememos, desapareciera.
IV. Conclusiones
Con esta propuesta creativa que hemos puesto en marcha desde la Escuela de Arte Pancho Lasso se pretende una dinámica de integración del alumnado en el entorno insular para estimular el conocimiento y la participación de nuestros jóvenes en la conservación del patrimonio, para ir sembrando la semilla del respeto a los valores propios de nuestra cultura. Respeto que permita el mantenimiento futuro de nuestra identidad como pueblo. Si lo estamos consiguiendo o no, no lo sabremos hasta que el tiempo, amigo y enemigo a la vez de nuestro legado, nos lo ratifique. A nosotros nos queda la satisfacción, siempre grata, de haberlo intentado.
Dibujos expuestos en el Tagoror
Este trabajo fue coordinado por el profesor José Pérez Dorta, de la Escuela de Arte Pancho Lasso de Lanzarote, del Ciclo Formativo Modelismo y Maquetismo. El texto fue publicado en Educación Patrimonial. Propuestas creativas desde el espacio educativo, Coordinado por Sanjo Fuentes Luis. Editado por la Consejería de Educación, Universidades, Cultura y Deportes del Gobierno de Canarias.