Hemos de hablar de la presencia del elemento indígena en el S.S. Corpus Christi de S. Cristóbal de La Laguna (Tenerife). La primera vez que se proclamó en acto público la celebración de esta festividad corría el año 1494, fecha que el Vble. Párroco D. Claudio Marrero y Delgado y el eruditísimo Sr. Don Moreno Espinosa (1840-1905) fijan para el 29 de mayo del corriente. Esta data coincide con la propuesta por el ilustre Sr. Vandewalle y el académico jesuita Pbro. Fita (1831-1918). Aunque el Pbro. Sr. D. J. Rodríguez Moure (1855-1936) desplaza esta fecha a 1496 (11). De cualquier forma, el Corpus era para entonces una fiesta enraizada en Castilla y consecuencia de la Conquista de la isla se traslada lo castellano (13) (18).
La magnitud popular que adquiere el S.S. Corpus Christi es reconocida por la cristiandad a partir del concilio de Vienne (1311) (10), aunque según el notable hispanista B. Bennassar (1929-) se refuerza tras la Reforma y el Concilio de Trento (1545-1563) (2). Como resultado en La Laguna se hicieron regocijos populares con representaciones de pasajes del Antiguo y Nuevo Testamento. En este aspecto encontramos parentesco con otras celebraciones peninsulares como las Rocas valencianas, la Santa Nave de Pontevedra, la tarasca de Toledo o los gigantones y cabezudos de Zaragoza y Barcelona (4).
En la ciudad de los Adelantados existió un tiempo en que los maceros acompañaban la comitiva desde el granero capitular hasta la Iglesia Parroquial de La Concepción. Al recorrido se sumaban el toque de los clarines del Cabildo, los bandos leídos por los pregoneros o la danza de los macachines bailada por jóvenes muchachos con ropajes de damasco azul y encarnado (5) (9) (17). En la descripción que realiza Rodríguez Moure destaca una procesión de fuerte arraigo gremial encabezaba con bailes que se ejecutaban al compás que marcaba el tamborilero con golpes en el parche y con arpegios de la flauta (12). Al respecto el historiador J. Salvat y Bové (1896-1985) señala que del extremo de un palo penden dieciséis cintas anchas y multicolores, para que al efectuar la danza, una especie de minué bailado al son de flauta y tamboril, puedan formarse caprichosos dibujos, perfectamente combinados (14).
La danza de los macachines nace del antiguo baile de los matachines del Corpus sevillano y recala tempranamente en La Laguna según queda recogido en un acta del Cabildo del año1507 (3) (8). Al principio, estos bailes fueron improvisados de forma muy simple dotando a la festividad de un marcado carácter popular. Esto propició que la fiesta del Cuerpo y Sangre de Cristo tomara forma con contenido esencialmente indígena y variantes rítmicas comunes al primitivo Tajaraste (6).
Según Reyes Darias este baile isleño encaja en descripción y parentesco con la antigua danza El Canario. Si entre éste y aquel hay relación de ascendencia, descendencia o consanguinidad, consecuencia de un entronque común, en eso no entraremos, por ser para nosotros materia vedada; sí debemos decir que según especialistas este género de indubitable raigambre aborigen es una expresión ancestral poco conservada en la festividad del Santísimo Corpus Domini de las Islas Canarias (7).
Una descripción de la naturaleza de este género la realiza el que fuera cronista regional F. P. Montes de Oca García (1877-1964) cuando afirma que El Tajaraste, que era cantado y bailado en el terrero metrónomamente, es un tanto picaresco pero inofensivo. Este mismo autor señala en otra ocasión que en Canarias, los aires isleños se ejecutaban con el tafuriarte (tambor campestre), tajaraste (pandero) y chifla (flauta de pico), aquél tocado con sólo la mano derecha, por medio de una baqueta, y éste con los dedos de la izquierda, tapando sus agujeros.
Aquí el S. S. Corpus Christi de La Laguna entronca con otro elemento que forma parte del patrimonio inmaterial de la tradición isleña: el tamborilero o tamburulero. En Canarias, el dúo de pita y tamboril consagrado en un mismo intérprete se encuentra hoy con un uso bastante restringido limitándose a formas más o menos evolucionadas de voz y tambor. Esta figura -a nuestro juicio- enraiza estéticamente con las formas de vida ancestrales de especial arraigo no sólo en el Archipiélago sino en la Península Ibérica, aunque encontramos excelentes representaciones en México y Ecuador (1) (15) (16).
En la antigua Aguere, el tamburulero, pese a que conservó su independencia, contribuyó como ningún otro elemento a la evolución del conjunto gracias a la profundidad social que éste adquirió.
Bibliografía
1. AYALA PARTIDA, O.S.: La danza de Paskolas Mayos de Sonora, 2005.
2. BENNASSAR, B.: Los españoles. Barcelona 1978; p. 73.
3. FONTES RERUM CANARIARUM (F.R.C), IV, La Laguna 1949; p. 179.
4. GASPAR Y ROIG A. DE C.: La Ilustración española y americana, 1857.
5. GUERRA Y PEÑA, L. A. Memorias. Tenerife en la segunda mitad del siglo XVIII. Estudio crítico y notas de Enrique Romeu Palazuelos. Las Palmas, 2002, p. 367.
6. HERNÁNDEZ GONZÁLEZ, M.: El Corpus Christi de La Laguna a través de la historia, p. 30.
7. LEFRANC, A.: Lo guanche en la música popular canaria, Instituto de Estudios Canarios, La Laguna, 1942.
8. MORALES PADRÓN, F.: Historia de Sevilla. La ciudad del quinientos. 1989; p. 276.
9. PÉREZ SÁNCHEZ, J.: Cuaderno de diversos apuntes curiosos. Manuscrito. A.R.S.E.A.P.T.
10. Ratificación de Clemente V (1311) de la bula Transiturus de hoc mundumde Urbano IV (31-VIII-1264).
11. RODRÍGUEZ MOURE, J.: Guía histórica de La Laguna, p.15. 1935 "El Corpus se celebraría en La Laguna en 1496 y la fiesta se hizo en un tabernáculo de maderas"
12. RODRÍGUEZ MOURE, J.: El Ovillo o el novelo, pp.143-166.
13. RODRÍGUEZ YANES,J.M.: La Laguna durante el Antiguo Régimen. Desde su fundación hasta finales del siglo XVII. Excmo. Ayuntamiento de San Cristóbal de La Laguna. 1997.
14. SALVAT Y BOVÉ, J.: "Corpus en La Laguna" en La Prensa, 3-VI-1926.
15. SALMEN, W. "Dances and Dance Music". En: Strohm, Reinhard; Blackburn,Bonnie J.: Music as Concept and Practice in The Late Middle Ages. Oxford University Press, 2001, pp. 162-190.
16. ULLOA DE A. Y J.: Noticias secretas de América (siglo XVIII). Ed. América. Madrid.1918.
17. Del italiano mattaccino, payaso, bufón; el mattaccino tomó la forma de macachín, matachín, machín, machochín o machanchín, variante según la fuente.
18. Hacía algún tiempo que las tropas castellanas se hallaban en la antigua comarca de Agüere é hicieron su disposición de poder decir misa y habiendo sido la celebración de la fiesta del Corpus...,se hiso procesión según la comodidad. M. Ss. de A.; Arch. de O y V.