La publicación de este poemario, editado en colaboración con las editoriales LeCanarien ediciones y Libreando y los colectivos sociales Zambra y Baladre, supone la consolidación de una nueva promesa de la literatura isleña, que tras varios premios en concursos nacionales e internacionales y de la publicación de decenas de poemas en obras colectivas, presenta su primer poemario en solitario, en el que la poesía social tiene un peso mayúsculo:
Toque de queda
Llegó el toque de queda.
Se quedaron los soldados sin letrinas,
abandona cada puta ya su esquina,
y los curas nos niegan la confesión.
Los ahorcados se desprenden de su cuerda,
los mendigos ya no exigen solo el pan,
la mentira es moneda a plazo fijo,
los morosos, compran sueños sin pagar.
El que emigra dice ahora que se queda,
y los dueños tienen nada en propiedad.
Y nosotras nos quedamos a la fiesta,
que es la hora de las que no quieren más,
que mirarnos a los ojos para hablarnos,
y desfiles que den muerte al capital.